Los maiceros entrerrianos tuvieron un balance económico negativo
Sólo se salvaron por 2 quintales los productores del sur provincial con campo propio. Para la Bolsa de Entre Ríos, se “comienza a poner en riesgo el patrimonio”.
PARANA (NAP). “El balance económico de la campaña de maíz 2014/15 vuelve a ser negativo para todos aquellos productores que lo implantaron”, aseguró la Bolsa de Cereales de Entre Ríos en un informe sobre el cereal que en la provincia ocupó 252.100 hectáreas, considerando el maíz de primera (188.500 hectáreas) y el tardío y de segunda (63.600 hectáreas), representando una disminución con respecto al ciclo 2013/14 del 4,5 por ciento.
De acuerdo al informe elaborado por el Sistema de Información de la entidad (Siber) publicado por la agencia APF, el rendimiento promedio provincial se ubicó aproximadamente en 7.500 kg/ha, detectándose una variación positiva de 2.730 kg/ha, si se la compara con lo registrado el año pasado, lo cual equivale a un crecimiento del 36,4 por ciento.
La producción se situó en 1.254.053 toneladas, posicionándose 420.500 por encima de la campaña anterior generándose un crecimiento del 50,4 por ciento.
Resultado económico
Sin embargo, frente a todos estos números positivos, la Bolsa de Cereales realizó la evaluación del impacto del resultado económico de la empresa agropecuaria, midiendo los ingresos del agricultor relacionados al rendimiento por hectárea, el precio que fija la cotización de los granos y los costos de producción.
Para ello se dividió la provincia en dos zonas norte (departamentos La Paz, Feliciano, Federal, Federación, Villaguay, San Salvador, Concordia y Colón) y sur (Diamante, Paraná, Nogoyá, Victoria, Tala, Gualeguay, Uruguay y Gualeguaychú) de acuerdo a las características agroecológicas y se realizaron los costos de producción, por zonas aplicando un planteo tecnológico medio.
Los ítems que se tomaron en consideración fueron: el escenario climático, ya que el maíz es un cultivo altamente influenciado y afectado por los factores meteorológicos; el precio del maíz al momento de la cosecha; el costo de implantación (labores e insumos) y el de comercialización y cosecha; el costo de arrendamiento considerándose para ello un promedio de 7qq de soja/ha (equivalente a 14 qq de maíz/ha) y para la zona norte y 10 qq/ha de soja (equivalente a 20 qq/ha de maíz) para la zona sur; el costo del flete corto hasta el acopio (30 km) y del flete largo puerto Rosario (promedio 250 km para la zona norte y 150 km para la sur).
Así se analizó que el escenario climático se presentó favorable para el cultivo de maíz ya que esta campaña se caracterizó por un año El Niño (lluvias por encima de lo normal) y en los meses de diciembre y enero, fecha crítica para el cereal, tuvo la cantidad necesaria de precipitaciones para desarrollar su potencial de rendimiento.
A pesar de ello “el balance económico de la campaña 2014/15 vuelve a ser negativo para todos aquellos productores que implantaron maíz, independientemente de la zona analizada, ya sea en campo propio o arrendado”, se indicó en el informe publicado por AFP.
“Esto significa que el productor no sólo vuelve a perder capital de evolución sino que, con el resultado económico del trigo más el maíz y lo que pensamos que será la soja, comienza a poner en riesgo su patrimonio”. Es decir, que “a pesar de los buenos rindes logrados en esta campaña, tan solo alcanzó un mínimo resultado positivo (2 qq/ha) aquel que se ubicó en el sector sur y no tuvo gastos de arrendamiento”.
Por otra parte, todo lo relacionado con la comercialización y fundamentalmente el flete de los granos generan un alto impacto; ya que en los últimos seis meses el flete se incrementó el 26 por ciento y la cotización del cereal disminuyó el siete por ciento. En el caso de que el destino sea las plantas procesadoras de alimento balanceado puede haber una diferencia a favor del productor de entre el 20 y el 25 por ciento, dependiendo de la distancia y la fecha de pago. (Noticias AgroPecuarias)