El girasol inspiró un diseño para la energía solar
Un dispositivo inteligente austríaco que genera, de manera limpia y barata, toda la energía que necesita un hogar. Ventajas y límites. Video
BUENOS AIRES (NAP). Además de contar con un color y una armonía que desde hace siglos ha llamado la atención de artistas y fotógrafos, los girasoles son las plantas que mejor aprovechan sus recursos para crecer hasta superar en algunos casos los tres metros de altura. Precisamente esa sabiduría natural es la que ha aprovechado la empresa austríaca Smartflower para crear un panel solar móvil que persigue al sol para generar de manera limpia y barata toda la energía que necesita una casa.
El fundador de Smartflower, Alexander Swatek, dijo que la compañía dedicó cuatro años al desarrollo del producto “que acerca la utopía de que cada hogar produzca su propia energía sin depender del yugo de las eléctricas”. pubicó el portal español idealista.com.
De hecho, en un país como España –y dependiendo del lugar donde esté instalado, porque no hay los mismos días de sol en Málaga que en Madrid o Santander–
Este girasol inteligente gira a 90 grados del sol para aprovechar al 100% la capacidad de sus paneles, con los que puede producir entre 3.600 y 6.200 kwh al año, suficiente para cubrir las necesidades energéticas de una vivienda unifamiliar, que de media consume unos 4.000 kwh.
“Nuestra meta consiste en hacer posible que sean más las personas que puedan generar su propia energía limpia para el autoabastecimiento de su casa, empresa o comunidad”, explica Swatek. Sin embargo, un detalle adicional es que hace falta desarrollar un sistema de baterías suficientemente eficiente como para que no sea necesario estar conectado a la red eléctrica en los momentos que no haya sol o la energía acumulada se agote.
Cuestión de espacio
A diferencia de los tradicionales paneles solares, las características de este girasol inteligente hacen que no sea apto para todo tipo de viviendas y edificios. Para su instalación, que según sus fabricantes es tan sencilla que apenas lleva una hora, es necesario un espacio de 25 m2 y es que replegado Smartflower ocupa 2,6 m de alto y 1,4 m de ancho, mientras que abierto su altura es de 2,9 m y la anchura alcanza los 4,7 m.
Además, su peso cercano a una tonelada hace inviable su instalación en muchos tejados y terrazas de edificios. Eso sí, una de sus grandes ventajas es la movilidad: si por cualquier motivo se cambia de casa, el sistema simplemente se libera del suelo y se puede transportar a otro lugar sin demasiadas complicaciones.
El innovador diseño de Smartflower es una de las grandes virtudes. El dispositivo está disponible hasta en ocho colores diferentes y tiene forma de girasol, de tal forma que con rachas fuertes de viento superiores a 54 Km/h se repliega en una primera fase para utilizar solo una parte de sus paneles. Si el viento supera los 63 Km/h se pliega por completo para garantizar la máxima seguridad. Además, cuenta con sistemas de limpieza automática y refrigeración.
Además, mientras que los paneles solares en los tejados al sobrecalentarse generan hasta un 10% menos de energía, Smartflower cuenta con un sistema de ventilación que evita este problema. El sistema de sensores también permite detectar nieve, arena o polvo en los paneles y limpiarlo, de modo que nada lo dañe ni reduzca la producción energética a lo largo de sus 25 años de vida útil. (Noticias AgroPecuarias)
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