Cuidar el suelo para la sostenibilidad de la producción de alimentos
La siembra directa puede regenerar un suelo en 3 años. Mientras que la reutilización del residuo de feedlot permite mejorar el ambiente.
BUENOS AIRES (NAP). “Si queremos tener alimentos debemos necesariamente cuidar el suelo para que siga siendo productivo”, sostuvo el ingeniero agrónomo Ignacio Garciarena, de Aapresid, uno de los disertantes del de charlas técnicas del Centro de Capacitación y Negocios del Agro que se realizan en el Rural de Palermo 2015.
En el panel de la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa se enfatizó en la necesidad de hacer buenas prácticas para garantizar la sostenibilidad de la producción de alimentos.
Mario Botti, también del Aapresid de 25 de Mayo, explicó que con la siembra directa, “en tres años es posible que se regenere el suelo y lo estéril se convierta en fértil”. En la siembra directa el suelo cubierto permite que el agua se disemine sobre el rastrojo y, de esa forma, no se rompe la estructura superficial del suelo.
Otra de las prácticas recomendadas para garantizar la sostenibilidad de la producción de alimentos es el manejo integrado de control de plagas animales y vegetales, recurriendo a un diagnóstico adecuado para no aplicar un agroquímico cuando no es necesario. “Los fitosanitarios no pueden ser la respuesta a todo”, sostuvo Garciarena.
Otro tópico elemental es la nutrición balanceada que indica devolver al suelo lo que el cultivo se lleva, es decir analizar cuál es el consumo de nutrientes que los cultivos le demandan al suelo y luego retribuirlos.
Según los especialistas, también hay que tener en cuenta el manejo responsable de los agroquímicos, ya sean los de uso agrícola, los de jardinería y los de uso corriente en el hogar. Aquí entran en juego las buenas prácticas en la aplicación de fitosanitarios.
Residuos de feedlots
En línea con la sostenibilidad del sistema de producción de alimentos está la utilización de residuos de feedlots. Sobre el tema expuso el ingeniero agrónomo Eduardo Meroño.
Debido a que los volúmenes de compost en los feedlots son enormes (de acuerdo al estudio del investigador del Inta, Anibal Pordomingo, un feedlot de 5.000 cabezas puede producir entre 6.000 y 9.000 toneladas de estiércol anualmente), Meroño reconoció que hoy la posibilidad de generar energía de dichos residuos tiene, más que nada, un uso ambiental.
El especialista explicó que la biodigestión anaeróbica produce biogás a través de bacterias metanogénicas. En el caso de los proyectos energéticos, debe utilizarse el estiércol seco, húmedo y efluentes. Se trata de energía renovable que reduce el efecto invernadero porque es amigable con el medioambiente y luego de la combustión, genera energía calórica.
Otro uso que se le puede dar a los residuos de feedlots es el de compostaje y producir césped en el propio establecimiento, de esa manera se repone la capa de materia orgánica. Para ello, Meroño recomendó disponer ese compost en hileras, en sitios elevados, sin cercanía de napas de agua.
Por último, el expositor reconoció que probablemente en el futuro existan mayores oportunidades para este tipo de energía, en la medida que se quiten los subsidios energéticos. Hoy, para el productor no rinde en términos económicos pero en algún momento puede llegar a revertirse esta tendencia. (Noticias AgroPecuarias)