Cerdos vietnamitas como mascotas… hay que ser gilipollas
Son moda en España como simpáticos y juguetones chanchitos, sólo que en pocos meses pesan 120 kilos de pelo duro y negro. Fin de la historia: los dueños los sueltan en los parques. Todo culpa de George Clooney.
BUENOS AIRES (NAP). En NAP conocimos la noticia hace unos meses y ahora, ante la repetición de episodios, no podemos dejar de comunicarla.
Ocurre desde hace unos cuantos meses en varias regiones de España que se reportan problemas con unos animales gigantescos de aspecto fiero y difíciles de identificar a primera vista -antes de salir corriendo, por ejemplo-. En principio, no pasó de ser un susto y la figura que se creía salida del mismo infierno resultó ser solo un cerdo de tamaño desproporcionado. Sin embargo, con el correr de los meses la cosa se transformó en un problema de verdad.
El animal en cuestión es un cerdo vietnamita, una especie porcina que es una de las de mayor tamaño y que en edad adulta pierde toda la candidez de lechoncito y tiene más bien un aspecto que mete miedo, con pelaje y piel oscuros -bastante poco usual en cerdos aunque no en España: el famoso jabugo es oscuro- y con una cabeza también impresionante.
¿Qué hace ese chancho por ahí?(Ahora vamos a la noticia)
Cuenta el diario madrileño El País que desde principios de la pasada primavera (boreal) los Agentes Rurales de Lérida (provincia vecina a Cataluña) “han sacrificado una docena de cerdos vietnamitas en las riberas del río Sangre cerca de las partidas de Butsènit y Rufea. Según el cuerpo, los animales son muy peligrosos y crean grandes destrozos allá por donde pasan”.
“Los agentes han ido un poco más lejos y han incluso pedido a los cazadores a sacrificar estos ejemplares siempre que se los encuentren en una batida, puesto que a los daños que están creando los jabalís se unen las de los exóticos animales”.
Ocurre que los cerditos vietnamitas se pusieron de moda en España como mascotas gracias a publicidades engañosas por internet, ya que nunca muestran cómo es el cerdo cuando crece -mucho menos lo que come-, de resultas que luego sus propietarios los abandonan en el campo y hasta hubo casos que los dejaron en la plaza del pueblo.
¡Un jabalí gigante!
Por otra parte, la información resalta que “una vez fuera de casa, el cerdo no tiene problema para adaptarse al entorno, tiene una tasa de reproducción elevada y puede cruzarse con jabalíes. Lo que en principio sería un problema menor se hace más grande por la alta siniestralidad de las carreteras y los daños en la agricultura”.
La tontería trasciende las fronteras. Desde Argentina, uno puede googlear los términos “cerdo vietnamita” y le van caer un montón de ofertas para comprarlos y otras que lo presentan como ejemplo de las nuevas mascotas que hay en el mundo; también hay algunas -seamos justos- que advierten sobre sus cuidados y peligrosidad. De todas las páginas que aparecen primeras en el Google ninguna dice: NO tenga cerdos vietnamitas como mascotas.
¿Qué hace ese chancho por ahí (II)?
NAP hizo una extensa investigación que incluyó varios viajes a España y a Vietnam (también usamos el Google) para dar con el origen de esta enojosa situación. Los testimonios recogidos, los numerosos archivos revisados y las granjas visitadas (y no olvidemos el uso del buscador) nos llevaron a Los Angeles. Allí nos encontramos con el culpable de desatar esta locura que amenaza la paz mundial: George Clooney.
Resulta que el actor tuvo como mascota durante 18 años a uno de estos chanchos y no se le ocurrió mejor idea que llevarlo a una de esas fabulosas entregas de premios que veremos siempre por televisión ¡Y lo llevó con una correa y cuando era chiquitito! Y ahí dijeron todos ‘ay que lindo chanchito’ y quisieron tener uno.
Y ahora mirá…
El compañero del joven George que aparece en la foto se llamaba Max y murió hace unos años redondeando unos 130 kilos -según le contó el actor a NAP, cuando nos recibió en su mansión de Hollywood, entre mate y mate (y Google)-. “Era un cerdo de los más grandes que habían visto en su vida los veterinarios. Me ha sorprendido. Ha compartido una gran parte de mi vida”, dijo el actor de Syriana en declaraciones exclusivas a este portal que -como siempre- replicaron todos los medios del planeta.
Una loa para Clooney: él mantuvo a su mascota hasta que se le murió. (Noticias AgroPecuarias)
GQ