La frágil piel del maní es un colorante superresistente
Un proceso desarrollado por el Inti convierte a la cascarita violácea en un producto en polvo de mayor durabilidad que los colorantes artificiales.
CORDOBA (NAP). Investigadores del Instituto Nacional de Tecnología Industrial desarrollaron un método químico que permite producir un colorante natural resistente al lavado a partir de la piel del maní, de la que se producen en el país alrededor de 15 mil toneladas al año.
El proceso, que también podría aplicarse a otros residuos agrícolas e industriales, permite obtener pigmentos de diferentes tonalidades de acuerdo al proceso empleado.
La técnica consiste en extraer la parte insoluble de la piel del maní para transformarlo en un colorante en polvo, que alcanza una mayor estabilidad y retención en las prendas teñidas en comparación a otros pigmentos similares disponibles en el mercado.
El bioquímico Ricardo Dománico, integrante de Inti-Agroalimentos, explica que “el propósito de este trabajo fue la obtención de colorantes naturales que presentaran solidez al lavado y que no dependieran de la estacionalidad”.
“Para lograrlo se aprovecharon desechos agrícolas o agroindustriales, a través de un proceso —sustentable, sencillo y económico— que permitió alcanzar como resultado productos de calidad constante”, añadió.
Potencialidad
La Argentina se ubica dentro de los principales exportadores mundiales de maní, alternando el primer puesto entre China y Estados Unidos. Reconocida mundialmente por su calidad, la producción argentina de esta leguminosa se concentra en la provincia de Córdoba y constituye una economía regional emblemática.
Según datos de la Cámara Argentina del Maní, se estima que este año se producirán 1,3 millones de toneladas de este alimento pelado, lo que generará aproximadamente 15 mil toneladas de tegumento de desecho.
Ante el problema de la gran cantidad de desechos que genera la industria del maní, técnicos del Inti comenzaron a evaluar la posibilidad de revalorizar este residuo agroindustrial a partir del estudio de sus características.
“Al iniciar la investigación, notamos que el tegumento de maní tenía excelentes propiedades tintóreas, lo cual permitía pensar en su aprovechamiento para realizar un colorante natural”, detalló Dománico. Además, al permitir su conservación en polvo no depende de la estacionalidad de la producción para su utilización. (Noticias AgroPecuarias)