Girasol para producir los nuevos lubricantes de los autos
Sería el primer ‘biolubricante’. Aseguran que mantiene las mismas prestaciones para el motor que los aceites minerales. El estudio se desarrolló en una universidad de España.
BUENOS AIRES (NAP). Investigadores de la Universidad de Huelva (España) diseñaron un nuevo lubricante para motores basado en una mezcla de aceites vegetales y plásticos no tóxicos que mantiene las características de consistencia y fricción pero resulta más respetuoso con el ambiente.
El aceite empleado es un girasol alto oleico mezclado con una poliolefina, un copolímero de etileno y acetato de vinilo (EVA). El grupo de Ingeniería de Fluidos Complejos de la Universidad de Huelva logró probar su eficacia en laboratorio y publicó el trabajo en la revista Environmental Science and Technology.
Las actuales grasas lubricantes de uso industrial están compuestas de aceites minerales y espesantes metálicos que no resultan biodegradables y pueden contaminar.
“Consideramos los aceites vegetales por sus excelentes propiedades de lubricación, anticorrosión, buena relación viscosidad-temperatura y baja pérdida por evaporación. Además de estas ventajas, los aceites vegetales también son fácilmente biodegradables y ambientalmente seguros comparados con los aceites minerales”, explica el responsable de la investigación, José Enrique Martín-Alfonso.
Además, la novedad de la nueva mezcla es que estos aceites no requieren un proceso laborioso en la fabricación, ya que no precisan una tecnología en particular. Esto se debe a que se añade al aceite vegetal un espesante no tóxico y respetuoso con el medio ambiente.
Contexto
El portal Cordis -un servicio de noticia sobre Investigación y Desarrollo perteneciente a la Unión Europea- puso en contexto la investigación, al recordar que en el mundo industrializado los lubricantes se usan como moneda corriente para reducir la fricción y el desgaste de las máquinas y que un lubricante de calidad es aquél capaz de incrementar sustancialmente la eficacia energética y la vida del motor. Esta función la cumplen los aceites minerales; el único inconveniente que tienen es el excesivo grado de contaminación que origina su eliminación.
“Los lubricantes naturales biodegradables producidos a partir de aceites de girasol son capaces, como demuestra la investigación aquí referida, de sustituir a los lubricantes minerales sin alterar la calidad del funcionamiento del motor y sin que ello suponga una amenaza para el entorno”. (Noticias AgroPecuarias)