Quebrantos y precarización laboral en la industria de alimentos
Una denuncia fuerte de un dirigente de la cámara Única. Desde la decpeción de Anuga a la vigencia de La Salada.
BUENOS AIRES (NAP, por Germán Manzano*). Anuga resultó decepcionante para los frigoríficos argentinos -más allá del mensaje optimista de siempre del Ipcva- por cuanto los compradores se amontonaban en los stands de Brasil, Uruguay y Paraguay y pasaban de largo en el argentino, excepto para comer los bifes del restaurante.
Da pena ver que las parrillas alemanas (y mucho más las holandesas e inglesas) se abastecen de carne uruguaya y hasta brasileña en algún caso, aunque siga figurando en las cartas “Argentinien Rindfleisch”, es decir viviendo de glorias pasadas…
Se ha comenzado a derrumbar China por cuanto ha comenzado a aparecer la oferta brasileña luego de finalizada la entrezafra y con precios bastante más bajos por los ‘delanteros’ y la ‘rueda’. No quiero pensar que pasará con los lotes que lleguen después.
Rusia ni hablar, además la poca vaca que se consigue termina saliendo más cara que un novillo.
Chile está fuera de nuestro alcance -lamentablemente- por los precios de Paraguay y también de Brasil.
Quebrantos y precariedad laboral
Estoy realmente preocupado por la situación de la industria exportadora o mejor dicho la industria formal, ya que se siguen acumulando quebrantos y no aparece claramente un panorama que permita avizorar que Argentina alguna vez se pondrá los pantalones largos y erradicará la informalidad, que destruye empleos -en el mejor de los casos por cada 3 empleos decentes que destruye, crea 1 de bajísima productividad y con total abandono de las normas y, en muchos casos, cercanos al trabajo esclavo- especialmente en los sectores de verduras y hortalizas y las carnes, entre los perecederos y como vemos a diario también en vestimenta y accesorios, con el agravante en estos casos de que está estrechamente vinculada al contrabando y otros males peores.
Debemos discutir si el ‘modelo’ será el de ‘La Salada”, los ‘Mercaditos Centrales’, los ‘manteros’ y también los empleos improductivos y carísimos para el conjunto de las privilegiadas ‘armadurías’ de Tierra del Fuego o si se fomentará el agregado de valor en la agroindustria que, como señala el Acta Acuerdo de la Cadena, está en condiciones de generar 300.000 empleos genuinos directos e indirectos.
Está claro que no afecta solamente a la industria cárnica, ya que podemos ver que en un país que necesita consumir más frutas y hortalizas para hacer nuestra dieta más saludable (cerca de los 4 millones de toneladas) han quedado más de 350 mil toneladas sin cosechar y los productores y empacadores condenados a la desaparición.
Es urgente llamar la atención de todos los responsables de generar políticas públicas, ahora y en el futuro, para tomar medidas urgentes que permitan paliar la situación y asegurar una plataforma que permita despegar cuando soplen mejores vientos. (Noticias AgroPecuarias)
*Contador público nacional. Ex subsecretario de Alimentación y Mercados; actual tesorero de la Unión de la Industria Cárnica Argentina (Unica).