El chivito puede ser buen negocio en Patagonia Norte
La actividad goza de muy buena salud en el norte de Neuquén, alentada por las lluvias que caracterizaron al invierno y permitieron lograr buenas pasturas
CHOS MALAL, Neuquén (NAP) Productores y matarifes del chivito criollo del norte neuquino, uno de los pocos productos cárnicos con denominación de origen del país, coinciden en señalar que la próxima temporada será “muy buena”, al evaluar las perspectivas del negocio, una de las principales actividades de la economía regional.
“Hemos tenido un invierno bueno, hay nieve, pasturas, agua y las pariciones han venido muy bien”, aseguraron los productores consultados y adelantaron que para esta temporada el chivito nuevo, con un peso que oscila entre los 6 a 8 kilos, podría llegar a costar en Chos Malal, y al público, unos 800 pesos.
Este valor se incrementa, debido a gastos de transporte y otros ítems, si el producto es comercializado en otras ciudades de la provincia o del país.
Las expectativas son más que auspiciosas para muchas familias campesinas sobre todo si se tiene en cuenta que en la última temporada, entre noviembre del 2014 y junio del 2015, en el matadero frigorífico de Chos Malal se faenaron 26.000 chivitos y, por supuesto, en esta tratarán de que el número se incremente, informó el portal del diario Rio Negro.
El dato fue dado a conocer por la Corporación de Desarrollo de la Cuenca del Curi Leuvú (Cordecc), el ente del Estado neuquino que actualmente gerencia el matadero de chivitos y corderitos con tránsito federal de Chos Malal.
A esto hay que sumar que otros 20.000 fueron faenados en otros lugares de la zona, muchos para consumo familiar y que no pasan por el matadero, o directamente se vendieron en pie a compradores provenientes de otras regiones.
Las fiestas de Navidad y de Año Nuevo suelen ser dos momentos en el que hay mucha venta de este tipo de productos, por lo que el entusiasmo por mejorar las estadísticas de la temporada pasada comienzan a crecer.
La crianza del chivo, a través la centenaria cultura trashumante, que incluye el traslado de los piños entre la veranada y la invernada, es casi la única actividad económica genuina del norte neuquino y pese a que tiene ciertas dificultades, como la desaparición de huellas de arreo, continúa generando recursos para muchísimas familias que incluso tienen la actividad casi como único sustento económico (Noticias AgroPecaurias).
EB
