El sector papero no logra salir a flote
La actividad genera miles de puestos de trabajo. En el mundo ocupa el tercer lugar como producción
BUENOS AIRES (NAP) Pese a los precios que el consumidor paga en la verdulería por el kilo de papa, los productores no atraviesan su mejor memento, porque deben abonar los insumos con valores dolarizados, mientras, el mercado mayorista paga centavos por la mercadería entregada por la producción primaria.
“El sector papero tiene mucho coraje para poder sembrar y arriesgar pero le está faltando el valor necesario para defender su producción y mejorar los precios que hoy en muchos casos son viles en relación a lo que cuesta una hectárea de papa. Las perspectivas están dadas para que a corto plazo está situación se pueda revertir y el productor reciba un precio justo por su esfuerzo y el consumidor pague un precio acorde al producto que adquiere y se termine de una vez por todas esa enorme diferencia que afecta a los dos extremos de la cadena”, puntualizó el presidente de la Federación Nacional de Papas, Carlos Fernández
Fernández, reseñó la situación de los paperos durante la Fiesta Provincial de la Papa que se llevó a cabo en la localidad de Nicanor Otamendi, Buenos Aires.
Los productores paperos, hoy se deben enfrentar a los altos costos de los insumos dolarizados, de mano de obra y de logística que se contraponen con los bajos precios que hoy se pagan en los mercados mayoristas por un kilo de papa y los elevados márgenes de comercialización que se observan en los grandes centros de venta en detrimento de los consumidores.
Durante la fiesta se dio a conocer como se hace todos los años, el resultado del relevamiento satelital sobre la producción papera del Sudeste de la Provincia de Buenos Aires que arrojó 33.568 has plantadas para consumo e industria, levemente superiores a la campaña anterior.
Las primeras medidas que tomó el gobierno nacional en el inicio de su gestión beneficiaron a los sectores industriales que procesan la papa y la exportan como prefritas congeladas, snacks, y flakes (pure), pero no alcanzaron al sector que vendió su producción durante el mes de mayo pasado.
Si bien la exportación de papa en fresco en los últimos tiempos trajo algo de alivio por los envíos que se hicieron a Brasil y Uruguay, no se puede enmarcar en una salida definitiva para la actividad porque sólo se genera cuando determinados mercados por cuestiones climáticas ven mermadas su producción y necesitan importar para abastecer a su población.
Por lo tanto, la actividad debe apostar al crecimiento del mercado interno, tanto del fresco como del industrializado. “Una mejora del consumo sólo se puede dar cuando el consumidor pague un precio justo por lo que recibe y esto le permite llevar más cantidad. No es cierto que la población coma menos papa porque la reemplaza por otros productos, sino porque está pagando en muchos casos precios abusivos que de una vez por todas se tienen que terminar”, dijo Fernández.
Es importante destacar que la papa es el tercer alimento en importancia a nivel mundial, luego del trigo y el arroz y que en la Argentina, el sistema de agronegocios de la papa genera miles de puestos de trabajo ubicándose entre las diez cadenas agroalimentarias más intensivas en mano de obra (Noticias AgroPecuarias).
EB