Consejos del Inta para la cosechadora en el piso blando
El retraso de la cosecha hizo que las estructuras de las plantas de soja hayan comenzado un proceso de descomposición por el efecto de humedecimiento.
MANFREDI, Córdoba (NAP). La persistencia de las condiciones climáticas vigentes, caracterizadas por la persistencia de las lluvias en gran parte de la región central y norte de Argentina complicaron el avance de la cosecha de soja de la campaña 2016, que apenas alcanza al 13 por ciento de la superficie estimada por diversos organismos públicos y privados, comparado con igual período del año anterior que había alcanzado al 35 por ciento.
El factor clima influirá también en los rindes y en la calidad de la oleaginosa, que seguramente, al momento de la entrega, los precios ofrecidos por el acopio se ubicarán muy lejos de los valores de mercado, que bajas que podrían alcanzar al 50 por ciento.
El Módulo Nacional de Tecnologías de Cosecha del Inta (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) dejó a los productores una serie de recomendaciones de regulación para facilitar la cosecha de grano en situaciones adversas de clima y suelo.
El retraso de la cosecha hizo que las estructuras de las plantas de soja hayan comenzado un proceso de descomposición por el efecto de humedecimiento, por lo que se está observando mucha apertura de vainas, con granos hinchados, y en muchos casos granos que están empezando a brotar.
Ante esta realidad, se deberán aprovechar los pocos momentos de tregua que el clima ofrece para ingresar con las máquinas a los lotes a cosechar, buscando como siempre que el impacto de las pérdidas sea el menor posible.
Al respecto, el Inta recomendó que, la cosechadora deberá estar preparada para poder transitar sobre un suelo con muy baja capacidad portante -es decir, alto riesgo de empantanamiento-, ajustada para poder cortar plantas debilitadas y con chauchas de fácil apertura, regulada para alimentar eficientemente su sistema de trilla con material húmedo y calibrada para limpiar eficientemente el grano entre materiales con peso específico similares.
En primer lugar, para facilitar el tránsito de la cosechadora sobre el suelo anegado, se deberá reducir la presión de inflado de los neumáticos, entre un 20 a un 30 % de lo normal, para aumentar la flotabilidad.
Al respecto será preferible y recomendable que la máquina esté configurada con neumáticos radiales (50 % menos libras de inflado) y de disposición dual o trial por eje (neumáticos externos más desinflados y gastados que el interno). Con radiales y duales se podrá reducir prácticamente a la mitad la presión específica sobre el suelo y, por ende, duplicar la flotabilidad del equipo.
Dentro de la operatoria de la cosechadora debe quedar bien en claro que la capacidad portante del suelo es proporcional al tiempo en que la cosechadora permanezca sobre él, por lo que, una buena velocidad de avance de cosecha, es importante para evitar la formación de excesivos frentes de ondas en el suelo, causante de excesivos esfuerzos de rodadura y consecuentes “empantanamientos”, indicó el INTA Marcos Juárez.
La velocidad ideal para circular en estas condiciones es de 7,5 km/h, que es la máxima que el sistema de corte admite. Recordar que estamos trabajando sobre un cultivo con apertura de vainas muy susceptible al desgrane.
Una muy buena opción, pero poco común, es utilizar una cosechadora con sistema de traslación por orugas de goma, porque permiten lograr una flotabilidad muy importante por su baja presión específica, ejerciendo presiones sobre el suelo de de 600 a 400 gr/cm2, respecto a 1.300 gr/cm” de un neumático radial.
Una operatoria que mejora sustancialmente la flotabilidad de la máquina es evitar cargar a la máxima capacidad la tolva de granos de la cosechadora, trabajando, como máximo, a mitad de tolva. Con esta sencilla práctica, se logrará reducir la presión específica sobre el suelo hasta un 30%, pudiendo ser clave para garantizar la transitabilidad de la máquina sobre el suelo anegado.
Al implementar esta práctica, se deberá evitar que los equipos de apoyo (tractores con tolvas auto-descargables), transiten el terreno acompañando a la cosechadora durante la descarga. Dicho acompañamiento aumentaría el nivel de huellas, entre un 5 y un 7 %, y el riesgo de que el equipo de apoyo quede “empantanado” en el lote. Por lo tanto, se aconseja no sobrepasar el 50% de la capacidad de la tolva de la cosechadora y descargar en los lugares menos comprometidos, como cabeceras o lomas (Noticias AgroPecuarias).
EB