Esperan un buen año para la maquinaria agrícola

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Sin embargo hay algunas luces amarillas en el horizonte. En comercio exterior la Cafma prepara un equipo de profesionales para la búsqueda de mercados

 

BUENOS AIRES (NAP, por Raúl Crucianelli*) Este año arrancó con buenas expectativas para la maquinaria agrícola, luego de un 2016 que fue un año de transición porque veníamos de muchos años con receso en las ventas, incluyendo un 2015 que fue el peor en la historia del sector. En esto hay que tener en cuenta que el año calendario no condice con el año de demanda y con la producción, en el caso de sembradoras el período de venta es marzo-noviembre, y en el caso de las cosechadoras el período de venta es septiembre-marzo.

Estamos convencidos de que será un buen año, más allá de algunas luces amarillas y otras rojas  que se ven. Como país tenemos que seguir perfeccionando algunos aspectos, algunos en nuestro sector y otros a nivel estatal. Argentina sigue siendo cara, y cuando digo esto no me refiero a la mano de obra, que siempre resulta el primer fusible. Padecemos un sistema impositivo que es casi perverso, con un IVA cuando compramos con una alícuota y otro cuando vendemos. De esta forma se acumulan en cada empresa saldos de IVA técnico difíciles de recuperar, y ese es un problema a solucionar. Sin dudas es una distorsión que el Gobierno debería encarar.

En cuanto a la tarea de la CAFMA para este año, creemos que será necesario enfocarnos en dos aspectos fundamentales: por un lado el Estadístico, ya que existe información del sector pero se halla muy desperdigada. Será nuestra función sistematizarla para que esté disponible tanto para nuestros socios como para el mercado en general.

El otro ámbito a trabajar es Comercio Exterior, y para ello la cámara está armando una estructura con un equipo de profesionales que se dedique específicamente a esa tarea. Pero necesitamos complementarnos con el Gobierno para ser exitosos en este terreno. A nivel interno, tenemos a favor la existencia de una herramienta como el crédito subvencionado, ya que teniendo en cuenta que la maquinaria agrícola es un bien de capital, el contar con acceso a líneas de financiación es fundamental. Actualmente, contamos con una buena oferta, tanto del Banco Nación como de los otros bancos privados con los cuales las empresas establecen acuerdos.

Donde sí estaría faltando un empuje del Estado es en el crédito necesario para poder exportar, que se está necesitando para ser competitivos frente a otros países que sí cuentan con esta herramienta de promoción. Se necesitan tasas bajas, en dólares, y con bancos corresponsales en los destinos a los que queremos llegar. Nuestros competidores llegan con el producto en una mano y el crédito en la otra.  Es un tema a seguir trabajando para encontrar una solución que impulse las exportaciones de maquinaria agrícola.

La luz roja se enciende en el ámbito de las importaciones, que son necesarias y lógicamente parte del proceso de comercio exterior, pero debemos hacer una diferencia entre la importación de un componente que no se produce en el país frente una máquina que sí se fabrica localmente. Y lo más negativo es que se brindan a estas importaciones créditos subsidiados, con lo cual estamos beneficiando la mano de obra extranjera con el impuesto de los argentinos. En este sentido, la CAFMA está dispuesta a colaborar con el Estado para fijar pautas más prolijas que permitan un proceso de importaciones y exportaciones que beneficie a nuestro país y sus industrias (Noticias AgroPecuarias).

EB

 (*) Raúl Crucianelli es el actual presidente de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinarias Agrícolas y titular de la fábrica Crucianelli de sembradoras e implementos agrícolas de Amstrong, Santa Fe.

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