La protección de las semillas es fundamental para evitar dolores de cabeza a la hora de cosechar
A la hora de detectar enfermedades, el muestreo tiene que ser representativo. La localización del patógeno también es importante
BUENOS AIRES (NAP) Sigue nublado en el SE y no orean los campos para la Siembra17 en la zona de mayor potencial y producción de trigo y cebada, asegura un productor tandilense, a través de las redes sociales. Mientras tanto, los mercados agrícolas están alborotados por estos días, ya que el clima no sólo pesa aquí. También le está jugando una mala pasada a la producción en diferentes regiones del planeta y las cotizaciones en los mercados internacionales registran fuertes subas.
En ese contexto, bien vale tener presente aquello que sí está al alcance de los productores trigueros, cuidar su cultivo desde el inicio, esto es, desde la propia semilla.
La semilla es el principal agente mundial de los patógenos. Y ¿Por qué un patógeno que está en la semilla puede ser importante? “Siempre que hablamos de enfermedades nos referimos a que reducen la calidad de los productos, o de las semillas, o del grano, y por ello impactan en el rendimiento y en lo económico”, explica la investigadora Mercedes Scandiani.
Hospedante, patógeno y ambiente, cuando se combinan esos tres factores se produce la enfermedad porque “No es magia, no ocurre de un día para el otro, por eso la importancia del monitoreo”, expresa la investigadora
¿Cómo se detecta el patógeno en un lote de semillas? Un método fundamental es el muestreo, y éste tiene que ser representativo. La localización del patógeno también es importante. Fusarium, Bipolaris, Dreschlera y Alternaria son los hongos más importantes que atacan a las semillas de trigo y cebada.
“Las semillas contaminadas pueden afectar la germinación- refiere Scandiani- Entre Fusarium encontramos muchas especies más, mientras que Bipolaris es muy agresiva. Por su parte las Dreschleras no son tan competitivas”.
La importancia del monitoreo.
Norma Formento, Fitopatóloga de EEA INTA Paraná, también se refiere a la importancia de la calidad de las semillas- esto es, sus atributos como el poder germinativo y el vigor- que junto con el curado de semilla, previo análisis sanitario considera fundamentales.
Luego está el tema de con qué se enfrenta la semilla cuando llega al suelo. “Se va a encontrar con toda una flora microbiana patógena, como puede ser pythium para trigo, muchas especies de fusarium, que provocan la podredumbre de las semillas, la muerte de plántulas…” Por eso, la fitopatóloga insiste sobre no dejar de lado una técnica que conjuga con la siembra directa, “allí donde la semilla cae en un sitio que no es el mismo que hace más de 20 años atrás”.
Los altos inóculos en los rastrojos por las condiciones climáticas presentes este año refuerzan esta condición. Considerándolo y apuntalando la importancia de la sanidad de semilla de los cultivos de trigo y cebada, desde Adama Argentina, Martín Riela, referente de Estrategia de Mercado Zonal y líder del cultivo de trigo, recomienda la cura de cereales de invierno con SAVAGE, el fungicida curasemillas de amplio espectro que permite en el manejo de las enfermedades de suelo y semilla protegiendo la inversión del productor desde el inicio(Noticias AgroPecuarias).
EB