Técnicos puntanos proponen producir harina con los desechos de la faena de vacunos
Estimaciones oficiales aseguran que con todas las plantas frigoríficas en marcha se obtendría unas siete mil toneladas de desechos que se pueden industrializar
SAN LUIS (NAP) Un grupo de jóvenes, Técnicos Universitarios en Agroalimentos, presentó al ministro de Medio Ambiente, Campo y Producción de San Luis, Cristian Moleker, una propuesta para crear una fábrica de harina conformada por huesos y carne, como una manera de aprovechar los “desperdicios” de los frigoríficos provinciales que se reactivarán para incrementar la faena vacuna en la provincia.
La iniciativa de los técnicos puntanos busca generar productos que le agreguen valor a la materia prima que se cría en los campos puntanos.
Juan Canillas, Johana Zapata, Cristina Cabeytú, Cintia Alessio y Silvia Barzola son los profesionales que elaboraron la idea. Los cinco son egresados de la Universidad Nacional de Villa Mercedes y formaron parte de la primera generación en graduarse en la joven institución. Como un premio a sus méritos, fueron incorporados a la administración pública, junto con los estudiantes de las otras carreras, por pedido del propio gobernador Alberto Rodríguez Saá.
El Plan Maestro Carnes San Luis, que lanzó el Gobierno de la Provincia para bajar cerca del 30% el precio de uno de los alimentos básicos de la mesa de los puntanos, sigue generando expectativas y propuestas, consignó este lunes el diario La República.
Lo primero que buscan es crear una planta que transforme en harina a algunos cortes del bovino que generalmente no se comercializan, como los huesos de la cabeza, las pezuñas, algunas partes de las vísceras y del intestino.
Una vez que los frigoríficos provinciales están en marcha y trabajen con su capacidad a pleno, calculan que la faena generará aproximadamente siete toneladas diarias de despojos. “Por eso, el primer beneficio es reducir el impacto ambiental, porque si esos 7.000 kilos se desechan podrían producir contaminación”, valoró el técnico.
Pero también el polvo que resulta de la trituración de esos huesos se convertiría en una forma de darle valor a esos restos. Es que estas harinas se utilizan como ingrediente para la formulación de alimentos balanceados en la avicultura, en la porcicultura y también en las raciones para mascotas, como perros y gatos.
Por lo tanto, si la provincia logra producir el insumo, una de las posibilidades sería venderlo a las industrias que fabrican estos preparados. “Como materia prima, la harina de carne y huesos es más rica en proteínas que las de origen vegetal, como la de soja y la de derivados de maíz. Poseen mucho más calcio y fósforo, que son dos componentes que generalmente hay que aportarle cuando se hace harina de soja”, resaltó Barzola.
Otra de las ventajas que tiene para la formulación de dietas, es la palatabilidad. Por su procedencia, posee olores y sabores que resultan atractivos para los animales. Para comprobarlo, basta con ver cómo los perros se relamen cada vez que ven un hueso.
De desecho a materia prima
Convertir los despojos de los frigoríficos en una materia prima aprovechable es un proceso bastante sencillo, siempre y cuando se cuente con la maquinaria adecuada. Barzola detalló las diferentes etapas de la fabricación de las harinas y contó que el primer paso es triturar los huesos en pequeños trozos que tengan el mismo tamaño. “Se homogeiniza para que cuando sea el momento de la cocción, el calor llegue de la misma forma a todos los pedazos”, explicó.
Los trozos se colocan en un digestor, donde se cocinan a altas temperaturas, que oscilan entre los 130 y los 150 grados. Luego, la mezcla se separa en sólidos y líquidos. Una gran parte del líquido es agua y termina evaporándose, mientras que lo que resta se deja como sebo industrial.
“La parte dura que se forma queda como una especie de chicharrón o un expeler, que va a una centrifugación para terminar de sacar el porcentaje de líquido que tenga y luego termina en un prensado que lo compacta”, describió. La última etapa del procedimiento es la molienda de esos bloques, que se trituran y se convierten en polvo, que se conserva en acopiadores.
Además de ser una materia prima para la fabricación de alimentos, la harina suele usarse como fertilizante para algunos cultivos por su alto contenido en proteínas, que suele ser de un 30% de calcio y entre un 15 y un 18% de fósforo(Noticias AgroPecuarias).
eb
Imagenes: Gentileza Diario La República