Monsanto enfrenta a enemigos en el mercado de la soja
Son Basf y DowDupont que están por lanzar nuevas variedades de soja en EEUU. Monsanto falló en su país con un nuevo herbicida basado en dicamba. El análisis de la agencia Reuters.
BUENOS AIRES (NAP, por Rod Nickel* y Tom Polansek*). Monsanto Co está enfrentando grandes amenazas a su histórico dominio de la tecnología de semillas y herbicidas de soja, un mercado de 40.000 millones de dólares en Estados Unidos.
Sus rivales Basf SE y DowDuPont se están preparando para impulsar sus propias variedades de soja genéticamente modificada. Lo que está en juego es el control del suministro de semillas de próxima generación para la exportación agrícola más valiosa de Estados Unidos.
El mercado se abrió porque la línea de semillas Roundup Ready de Monsanto, diseñada para tolerar el herbicida glifosato, pierde eficacia a medida que las malezas desarrollan su propia tolerancia al químico. Para agravar los problemas, la empresa se ha visto envuelta en un escándalo en Estados Unidos por el daño a los cultivos relacionado con su nueva combinación de soja y herbicida: las semillas Roundup Ready 2 Xtend, diseñadas para resistir el dicamba químico.
La reciente competencia en el sector ha sembrado la confusión en toda la franja agrícola de Estados Unidos, especialmente entre las empresas más pequeñas que producen y venden semillas con tecnología autorizada por los gigantes agroquímicos.
Muchos de estos comerciantes dijeron a Reuters que están acumulando un excedente de semillas con trazas de varios desarrolladores, con un costo adicional importante, porque solo pueden adivinar qué producto comprarán los agricultores.
“Nuestro trabajo es satisfacer las necesidades de nuestros clientes y no sabemos cuáles van a ser”, dijo Carl Peterson, presidente de Peterson Farms Seed, cerca de Fargo en Dakota del Norte. “No creo haber visto algo así antes”.
Monsanto tiene mucho que perder. La soja es un ingrediente clave en la alimentación de ganado, cerdos, pollos y peces del mundo.
Las ventas netas de semillas y productos de soja de Monsanto totalizaron casi 2.700 millones de dólares en el año fiscal 2017, o cerca de un quinto de sus ventas netas totales. Las ganancias brutas de los productos de soja subieron 35 por ciento en 2016, superando el 15 por ciento de crecimiento de su franquicia de semillas de maíz.
La empresa enfrenta múltiples demandas, junto con restricciones en algunos estados, ya que el dicamba se ha desplazado a granjas y campos vecinos y ha dañado cultivos que no han sido genéticamente modificados para resistirlo.
Sin embargo, Basf y DowDuPont tienen sus propios obstáculos que superar, lo que alimenta una incertidumbre sin precedentes entre los agricultores sobre qué semillas plantarán en aproximadamente 90 millones de acres (36,4 millones de hectáreas) de tierras agrícolas de Estados Unidos esta primavera boreal.
Basf acaba de ingresar al mercado con el objetivo de competir con una línea de soja más antigua llamada LibertyLink, que la firma adquiere de Bayer AG.
DowDuPont está ansioso por unirse a la competencia, pero necesita la aprobación de los reguladores chinos antes de que pueda comercializar y vender de forma generalizada su nuevo producto de soja, Enlist E3.
Desastre de Dicamba
El nombre del nuevo herbicida basado en dicamba de Monsanto, XtendiMax con VaporGrip, refleja el problema que trata de resolver: la tendencia del químico a vaporizarse y desplazarse a los campos vecinos, dañando los cultivos.
Pero el verano boreal pasado, después de que los agricultores plantaron en masa las nuevas semillas resistentes de dicamba de Monsanto, el herbicida dañó aproximadamente 3,6 millones de acres de soja (1,456 millones de hectáreas), o el 4 por ciento de todas las plantaciones de Estados Unidos.
Monsanto sostiene que su nueva formulación de dicamba reduce el desplazamiento de manera eficaz y culpó a los agricultores por no seguir las instrucciones de fumigación y por aplicar ilegalmente versiones anteriores de dicamba en semillas Xtend.
A pesar de la controversia, la soja Xtend se vendió rápidamente, abarcando 20 millones de acres en Estados Unidos en 2017, su segundo año de ventas. Monsanto proyecta que la superficie se duplicará este año, lo que representa alrededor de un 44 por ciento del total plantado.
Aún así, Monsanto se enfrenta a una serie de desafíos regulatorios, legales y de relaciones públicas por la crisis de daños a los cultivos.
Basf y DowDupont entran en la batalla
Basf está esperando que Monsanto y Bayer cierren su fusión de 63.500 millones de dólares antes de poder tomar el control de la marca de semillas LibertyLink de Bayer, las que están diseñadas para resistir el glufosinato químico.
El momento de la compra, que se espera en la temporada de siembra de primavera, es incómodo porque los agricultores ya pueden haber adquirido sus semillas. Basf apunta a evitar cualquier “interrupción para el cliente” cuando asuma el control de la marca LibertyLink como parte de un negocio por 7.000 millones de dólares con Bayer, dijo el vicepresidente de BASF, Scott Kay, en una entrevista.
Basf no quiso profundizar en su estrategia porque la compra de LibertyLink aún no se ha cerrado.
Bayer ha vendido LibertyLink en Estados Unidos desde 2009, ganando cuota de mercado constantemente hasta alcanzar aproximadamente un 15 por ciento, dijo Rob Schrick, que maneja la estrategia de soja y maíz de América del Norte de Bayer. La compañía espera que la marca capture un 20 por ciento en 2018.
DowDuPont enfrenta el mayor obstáculo en la lucha por la participación en el mercado de soja, porque tiene que esperar a que los reguladores chinos aprueben las importaciones de soja proveniente de sus semillas Enlist E3.
La soja de Enlist E3 está hecha para resistir el glifosato, el glufosinato y el 2,4-D, un químico cuyas raíces se remontan a la Guerra de Vietnam como un ingrediente en el Agente Naranja, usado por los militares de Estados Unidos para desforestar la jungla.
Lanzar masivamente Enlist sin la aprobación de Pekín supone el riesgo de provocar el envío inadvertido de semillas o soja no aprobadas por China, el mayor importador del mundo. Por lo tanto, por ahora, las semillas de DowDuPont serán cultivadas por un número limitado y no revelado de agricultores estadounidenses que acordaron entregar sus cosechas solo a las instalaciones de Archer Daniels Midland Co, según la compañía.
El acuerdo le dará a Enlist, una de las inversiones más grandes en cultivos de DowDuPont, un punto de apoyo en el mercado de Estados Unidos. La aprobación de los reguladores chinos, un proceso incierto, podría traducirse en grandes ganancias, pero DowDuPont aún se enfrentaría al reto de alcanzar a rivales que tienen ventaja, dijo Michael Underhill, director de inversiones de Capital Innovations, que gestiona acciones de DowDuPont, Bayer y Monsanto.
“Para entrar en este mercado si llegas tarde al juego tienes que ser extremadamente agresivo”, dijo Underhill. (Noticias AgroPecuarias)
*Periodistas acreditados en Winnipeg (Canadá) y Chicago (Estados Unidos). Publicado por la agencia Reuters (la final de la nota se acreditó también el reporte adicional de Patricia Weiss y Ludwig Burger en Fráncfort)