La venta nacional de vinos cayó 5 por ciento en 2017

Para el mercado externo se presentan buenas posibilidades porque en Europa la producción vinícola cayó a la mitad

BUENOS AIRES (NAP) La venta de vinos para el período comprendido entre 2016 y 2017 mostró una retracción de 5 puntos porcentuales y las exportaciones del embotellado disminuyeron en el mismo porcentaje. En tanto, las ventas externas de vino a granel y jugo de uva cayeron 40 por ciento, respectivamente, de acuerdo el informe elaborado por el Observatorio Vitivinícola.
Estas caídas reafirman los resultados negativos del año anterior ya que en 2016 también se advirtieron bajas en despachos y exportaciones.
Los datos del Instituto de Vitivinicultura a comienzos de 2018 señalan que el stock de vino blanco al fin de mayo de este año será de aproximadamente 5,5 meses. Por lo tanto al liberar los vinos de la cosecha 2018, Argentina tendrá un stock de la cosecha anterior de poco más de cinco meses de despacho, en litros significaría unos 160 millones mientras que el vino tinto señala 7 meses de existencias o lo que es lo mismo, 400 millones de litros..
La Argentina viene de dos vendimias muy buenas en calidad pero extremadamente bajas en volumen, consideradas las más bajas de los últimos 60 años y se espera que la cosecha 2018 sea superior a la de 2017, a pesar que las heladas afectaron algunas zonas puntuales como parte del norte de Mendoza, el sur de San Juan y en menor medida algún sector del Valle de Uco.
La vitivinicultura argentina podría contar con 6 meses de reserva de vino al cierre del ciclo productivo 2017/2018. Con estos volúmenes la industria del vino dispone de una cantidad adecuada y suficiente para atender la demanda y cualquier vicisitud externa que se presente.
La cosecha 2018 no debería agregar “nuevos meses” de existencias porque aumentaría el nivel de stock y se desequilibraría el mercado al generar una sobre oferta que presionaría sobre los precios de uvas y, sobre todo de vinos porque la oferta generaría una baja en el precio de la bebida.
En ese sentido, un escenario “conservador” muestra que un aumento del 15 por ciento en la producción de uva, significaría pasar de 1.900 millones de kilos para vinificar en 2017 a 2.200 millones en 2018.
Pero, el jugo de uva y el vino a granel no pasan por su mejor momento, si se considera que de los últimos 17 años, el precio ofertado es el más bajo de los últimos.
Por otra parte los precios de la materia prima serán mayores en términos reales, a los del último año ya que éstos se encuentran entre los más altos del período.
El precio de las uvas tintas y rosadas dependen de cantidades que hoy conocemos pero que no sabemos con certeza como van a evolucionar y de expectativas acerca de su evolución.

MERCADO EXTERNO

El gran desafío para la vitivinicultura argentina es recuperar mercados ya que en 2017 prácticamente todas las categorías de productos vínicos (vino y jugo de uva) disminuyeron sus ventas en volumen.
Por ello en 2018, con estabilidad de precios tanto a nivel macro – reducción de la inflación y una mejora del tipo de cambio real – y estabilidad razonables en los precios de uvas, podría esperarse vinos y jugos concentrados de Argentina con valores más competitivos.
Hace unos meses la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV) informaba que la producción mundial de vino sufría en 2017 la peor caída en 50 años debido principalmente a la disminución de los tres principales productores de vino del mundo: España, Francia e Italia producen 1 de cada 2 litros del vino que se consume en el planeta.
Según la OIV la cosecha en Francia en 2017 fue 19% menor a la de 2016 pasado de 45 millones de hectolitros a 37 millones y en algunas zonas como Bordeaux la disminución sería del 40% según fuentes privadas, al tiempo que en España la caída estimada es del 15% (unos 600 millones de litros de vino menos) y en Italia la baja porcentual es todavía más brusca llegando al 23%.
En ese sentido la magnitud de la caída de la producción de los tres principales países es de aproximadamente 2.800 millones de litros en un año (la elaboración de vino promedio anual de Argentina en los últimos años es de 1.400 millones de litros de vino).
Del lado del hemisferio sur la situación es heterogénea, el peso de los países es menor y las cosechas están a punto de arrancar, quizás el caso más llamativo es Sudáfrica que enfrenta una crisis hídrica sin precedentes, los reservorios de agua de Ciudad del Cabo se encontraban a un 30% de capacidad a comienzos de enero de este año mientras que en la misma fecha de 2016 estaban al 54%.
Si bien esto representa una oportunidad, hay que considerar las existencias, a modo de ejemplo, a principios de diciembre del año pasado el sistema de información del Ministerio de Agricultura de España informó existencias de vino español por 58 millones de hectolitros (Noticias AgroPecuarias)
EB .