La ganadería del NOA en jaque por la seca
La falta de agua impide la confección de reservas forrajeras. Salta es una provincia principalmente criadora, con un alto stock de vacas.
SALTA (NAP) La intensa sequía que afecta a una gran parte productiva del país comomenzó a pasar factura, primero con la agricultura y ahora se viene el impacto en la ganadería, que ya se enceuntra en una posición dificil de cara al inviereno, que se etima, al menos en el NOA, será muy secoi. Por la falta de agua aún no se pudieron acopiar reservas para los meses sin pasturas.
Precios planchados, insumos que suben al ritmo del dólar y costos operativos que se disparan junto con la inflación son los ingredientes de un cóctel que se puede tornar explosivo si las lluvias tardías no llegan para apagar el incendio que amenaza con reducir a cenizas la rentabilidad del sector ganadero de Salta. Un sector con un enorme potencial pero con trabas que llegan, la mayoría, desde el otro lado de las tranqueras.
“En Salta la ganadería creció de manera constante en las últimas décadas, aunque con una mayor intensidad hasta el 2008 y un amesetamiento en los últimos 10 años durante los cuales, si bien se aumentó, la tasa anual de incremento del stock bovino fue del 3%, marcado principalmente por las trabas para crecer en pasturas implantadas a causa del Ordenamiento Territorial”, consideró la ingeniera zootecnista y asesora de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícolal (CREA) Anta, Sofía Padilla, en declaraciones al diario El Tribuno.
La profesional indicó, además, que “el negocio ganadero ha sido visto como una oportunidad en los últimos años” y que algunas de las razones para ello son el mejoramiento en el precio del producto (precios de la hacienda en general), una necesidad de buscar alternativas en las superficies agrícolas marginales y buscar diversificar los portfolios de negocios de las empresas.
Salta es una provincia principalmente criadora, con un alto stock de vacas (40% del total), pero debido al precio de los commodities en general y la distancia al puerto para su comercialización, los productores medianos a grandes empezaron a incorporar granos al sistema ganadero, desarrollando recrías e invernadas para realizar el ciclo completo y agregar valor a las producciones.
En Anta, corazón de la ganadería de la provincia, la sequía se suma a un combo de variables que atentan contra la actividad y pone en riesgo la campaña 2017/2018 para el sector en Salta. La falta de precipitaciones durante la primavera y en el inicio del verano afectó las pasturas en la zona pero, más preocupante aún, retrasó la producción de granos para silaje o forraje, lo cual amenaza las reservas para alimentar al ganado en la temporada de invierno, cuando los suelos no cuentan con humedad para producir pasturas que alimente a los animales.
El presidente del Grupo CREA Anta, Matías Michel Torino, anticipó en diálogo con El Tribuno que “estamos en un año muy complicado por la falta de precipitaciones”.
“Más o menos se puede decir que estamos un 40 por ciento por debajo del promedio de lluvias, con un aproximado de 370 milímetros para lo que va de la campaña que arrancó en julio del año pasado. Es una situación muy complicada”, advirtió.
Sin embargo indicó que hubo “un evento importante de lluvia a fines de enero y otro, aunque de menor intensidad, sobre el cierre de febrero y, recién desde ese momento, empezó a haber pasto normal”.
“Desde los meses anteriores, o sea la primavera hasta enero, estuvimos muy complicados y aplicando medidas para atemperar los efectos de la seca, como destete precoz, venta anticipada de hacienda, cambios de lote y suplementación de rodeos de cría”, comentó Michel Torino y agregó que “en febrero hubo un rebrote de pasto importantísimo, al igual que en marzo, lo cual nos da una idea de normalidad para la campaña, pero que termina siendo una producción de pasto que es mucho menos de la mitad de la del año pasado”.
“Estamos pasando febrero y marzo casi con normalidad, pero comiéndonos el diferido que no va haber en invierno”, lamentó y agregó que “en la parte agrícola también estamos con cultivos atrasadísimos y esto también tiene que ver con ganadería, porque todos los cultivos para reserva (maíz, sorgo para forraje o maíz para grano) vienen atrasados”.
Esta situación impactará en una menor producción de forraje, cuya consecuencia es la menor producción de carne. “El problema es cuando se llega al extremo de desprenderse de las vacas, que es lo que el ganadero productor de cría más cuida”, advirtió Michel Torino aunque aclaró que “aún estamos lejos de eso”.
No obstante, ante esta sequía y ante un invierno que se puede presentar seco, el productor adopta medidas preventivas como el destete precoz y ventas anticipadas de hacienda para disminuir el consumo de forraje y reservarlo a las categorías que se necesitan cuidar, que son las vacas. “De ahora en adelante el tema sería cómo armarse de reservas para enfrentar un invierno y una primavera que en esta zona son de poco forraje”, indicó el titular del CREA Anta y señaló que “al haber poca superficie de pasturas, lo único que nos está quedando es hacer reserva forrajera”(Noticias AgroPecuarias).