El desafío de Argentina es buscar nuevos mercados para el biodiésel
Tras la decisión del gobierno de Donald Trump de aplicar aranceles al ingreso de este producto, nuestro país pierde la oportunidad de exportar 1,5 millones de tonelada del combustible en ese mercado.
ROSARIO (NAP) La determinación del Departamento de Comercio de los Estados Unidos de aplicar aranceles de dumping al biodiesel proveniente de Argentina generó la necesidad de las empresas locales de salir a buscar nuevos destinos para la colocación de este producto.
Es la explicación de la reciente incursión de Argentina en el mercado canadiense, país al que se habrían despachado 29 mil toneladas de biodiesel en marzo último, en tanto se esperan nuevas operaciones para los próximos meses
Si bien se trata de cantidades moderadas, todo suma luego del cierre de Estados Unidos como principal destino de la producción argentina de biodiesel, cosignó un informe de la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario.
Por otra parte, en la información proporcionada por el Ministerio de Energía y Minería de la Nación en el primer trimestre del 2018 aparecen ventas de biodiesel a diversos países en un intento por atomizar y diversificar nuestras exportaciones: Países Bajos 150.000 tn; Malta 119.000 tn; Perú 11.200 tn y, Holanda 10.000 tn.
Canadá, cuenta con un mercado de biodiesel pequeño, pero que se encuentra en desarrollo. Con su extenso territorio, es una de las naciones con menor densidad de población del mundo, con aproximadamente 4 habitantes por kilómetro cuadrado.
Al ser un país con muy bajas temperaturas, se enfrenta a necesidades particulares para el consumo de biodiesel. Para comprender esto, cabe mencionar que el aceite de soja -insumo que se utiliza en nuestro país para la elaboración del biocombustible- contiene glucósidos que se cristalizan en climas muy fríos, lo que hace que el producto final no pueda utilizarse en ciertos motores.
Por lo tanto, Canadá requiere de un biodiesel destilado, es decir que haya pasado por un proceso de exposición a altas temperaturas, mediante el cual se eliminan las partículas dañinas, obteniéndose así un producto de mejor calidad.
Los volúmenes producidos por Canadá son bajos, de hecho, la capacidad de producción canadiense de biodiesel permaneció muy por debajo de la demanda interna desde 2011.
El informe del USDA expone que por el momento la capacidad de almacenamiento de biocombustibles en Canadá es limitada, lo que impide que los productores o mezcladores tengan grandes existencias de los mismos.
Para 2018 aumentaría su capacidad en 50 millones de litros respecto al año anterior alcanzando los 641 millones gracias a la expansión de una planta existente y a la adquisición de una nueva.
En relación al comercio internacional, en los últimos años Canadá exportó la mayor parte de su producción a los Estados Unidos en respuesta a algunas políticas del país vecino favorables para los productores canadienses, como la existencia de un crédito fiscal, que concluyó a fines de 2016.
Canadá importa suficientes volúmenes de biodiesel para cumplir con requisitos provinciales de mezcla (que próximamente serán eliminados, apuntando a un enfoque de intensidad de carbono que reemplace al actual esquema de requisitos de mezcla mínimos).
Su nivel de importaciones oscila desde el año 2013 en torno a los 290 millones de litros por año (que aproximadamente equivalen a 250 mil toneladas), y no se espera que cambie en 2018, tal como indican los datos del informe.
Si Canadá realizara todas sus compras internacionales de biodiesel a la Argentina, las casi 300 mil toneladas se encontrarían muy por debajo de las 1,5 MT adquiridas por su país vecino, Estados Unidos en 2016. Pero todo suma. Argentina necesita diversificar y atomizar su cartera de clientes en el mundo para su biodiesel (Noticias AgroPecuarias)
EB.