Con aplausos recordaron los 10 años del ‘no positivo’ de Cobos

Spread the love

Los ex integrantes de la Mesa de Enlace pidieron construir mirando al futuro para tener un país en el que baje la pobreza que hoy es del 30 por ciento

Las dos generaciones de la Mesa de Enlace

BUENOS AIRES (NAP) Pasaron 10 años, parece todo una vida, de aquella larga noche del 17 de julio de 2008, cuando el senador nacional, por entonces vicepresidente de la Nación, después de más de 18 horas de debate, inclino la balanza a favor de los productores que venían reclamando la eliminación de la Resolución 125, que establecía un sistema de retenciones móviles a las exportaciones de granos, lideradas, por entonces por la soja.
Este martes, se juntaron en el Salón rojo del predio de Palermo de la Sociedad Rural Argentina, a menos de 24 horas de la apertura de la edición 132ª de la Exposición Ganadera más importante del país, las dos generaciones de la Mesa de Enlace.
Por entonces la integraban Mario Llambías (CRA); Hugo Luis Biolcatti y Luciano Miguens, por la SRA; Eduardo Buzzi, por la Federación Agraria Argentina (FAA) y Carlos Garetto, quien reemplazo a Mario Gioino, que dejo el cargo por una enfermedad que padecía en ese momento, todos fundadores de la Mesa de Enlace de entidades Agropecuarias, en marzo de 2008
Compartieron el estrado los nuevos integrantes de la Mesa de Enlace, formada hoy por Daniel Pelegrina, quien reemplazo en el cargo al actual ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere; Dardo Chiesa, titular de CRA, Carlos Iannizzotto, quien preside Coninagro y Pmar Príncipe, presidente de la FAA.
En la apertura del acto, se leyó un mensaje del entonces presidente de la Cámara de Senadores y hoy senador nacional por Mendoza (UCR), Julio Cesar Cleto Cobo, quien recordó entre otros conceptos aseguró que: “siempre es importante mirar hacia atrás y analizar los pasos que hemos dado para comprender donde estamos y construir nuestro futuro. Lamentablemente y en reiteradas ocasiones nuestro país está acostumbrado a vivir en el corto plazo, a los vaivenes propios de la coyuntura y no ver más allá”, recordó el legislador
“Necesitamos un fuerte trabajo público y privado para ganar nuevos mercados, proteger a las economías regionales y promover la inserción de Argentina en el mundo. En ese esfuerzo mutuo y recíproco se requiere una rentabilidad razonable y una carga impositiva coherente, pensando siempre en el bien común”, destacó Cobo entre otros conceptos.
A la hora de los discursos evocativos, el primero que tomó la palabra fue Luciano Miguens, ex presidente de la SRA y quien había sucedido a Hugo Luis Biolcatti en la conducción de la entidad.
“El campo no pide ayuda ni subsidios, sólo que lo dejen producir”, arrancó Miguens. Enseguida, Buzzi advirtió que el campo ganó posiciones desde el 2008, pero no tuvo capacidad de construir más solidez representativa, con financiamiento y comunicación. “Los riesgos, las amenazas y los buitres están siempre”, afirmó.
A los actuales dirigentes del país les recomendó que “no rompan el contrato que tienen con la producción agropecuaria. Si tienen que equilibrar las cuentas fiscales que busquen con creatividad pero no condicionen negativamente al campo, no por su caudal de votos sino por la importancia en el desarrollo del interior agropecuario”.
Biolcatti les pidió a los funcionarios “que se escuchen, que recuerden lo que decían hace pocos años contra las retenciones. Y que no hablen de renta extraordinaria en un año con sequías, y precios que bajaron a la mitad”. Para cerrar, en tono de preocupación, advirtió: “Lo peor es que se está perdiendo la confianza. Que mis vecinos y yo pongamos dos vacas más a producir, o sea que volvamos a recuperarla, está en manos del Gobierno”.
Garetto consideró que “hablar nuevamente de retenciones significa que algunos funcionarios, políticos de distintos signos, no entendieron la lección de la 125, porque está claro que las retenciones son un castigo a la producción y al trabajo. Debemos tener reglas de juego claras, coherencia y previsibilidad, para encontrar equilibrios en lo económico y en lo social. Si no lo quieren entender, volveríamos a la 125 y sería lamentable porque perderíamos la oportunidad de desarrollar a toda la Argentina”.
Entre los históricos, cerró Llambías, y fue uno de los más duros. Dijo que cuando escuchó a Morales pensó que “los políticos y legisladores deben ser más sensatos, no sólo por su sueldo sino por la ética del país que deben liderar”. Y luego disparó: “Debería darles vergüenza tener dinero afuera porque quiere decir que no confían en este país”.
Dijo que cuando escuchó a Morales pensó que “los políticos y legisladores deben ser más sensatos, no sólo por su sueldo sino por la ética del país que deben liderar”. Y luego disparó: “Debería darles vergüenza tener dinero afuera porque quiere decir que no confían en este país”.
Además desestimó los tres argumentos habituales con que se justifican las retenciones: “No tenemos una ganancia extraordinaria, al contrario, hemos perdido un 8% en el tipo de cambio multilateral desde que llegó Macri; tampoco sirven para bajar precios internos y redistribuir alimentos, está visto que con retenciones hubo menos producción y la redistribución no sirvió porque dejaron un país con 30% de pobreza; y tampoco es válido el imperativo fiscal porque muchas investigaciones económicas demuestran que sin retenciones hubo un cambio positivo en la actividad económica”, detalló.
Y concluyó: “La pobreza la vamos a derrotar con trabajo y para eso necesitamos desarrollo económico. Algunos pretenden achicar el país y dejarlo sin futuro”.
La nueva generación

Ante la semejante firmeza de declaraciones, los actuales titulares de la Mesa de Enlace empezaron pidiendo disculpas si no decían nada nuevo.
Pelegrina recomendó “no tropezar con la misma piedra cuando ya probamos que no funcionó. El presidente entiende que no dio resultados: significó caída de la producción de granos, del stock de hacienda, de las exportaciones de carnes, crisis láctea y de las economías regionales. Ese daño ha calado hondo y está costando recomponer. El camino es otra agenda de futuro, del desarrollo del sector agropecuario, que es el motor de la Argentina”.
Chiesa fue al punto del que todos se aferran. “El presidente nos dijo, ‘ni me hablen de retenciones’. Porque empezamos y después volvemos al kirchnerismo y nosotros no vinimos para eso”, reflejó.
Pero reconoció que “hay internas en el Gobierno. No son tiempos fáciles los que vienen. Esta pelea no se gana con discursos. No es tiempo de cortar rutas pero sí de estar presente con inmensa participación. La Argentina se juega una batalla muy importante. O terminamos con el déficit fiscal, con un Estado que gasta lo que tiene, o seguimos por la fácil sacándole al que tiene un poco”.
El sector privado tiene que crecer, para aportar impuestos pero sin ser asfixiado por el Estado, para tener un país mucho más vivible y que le dé oportunidad a las nuevas generaciones, con desarrollo del interior, pueblos dignos de ser vividos. Esa es la Argentina del desafío que viene”, consideró.
Príncipe, por su parte, agradeció “a los protagonistas de la gesta del 2008 por marcar el camino”. Asumió diferencias, pero se mostró convencido de que “frente a las amenazas de políticas que perjudican al campo tenemos que luchar juntos por más desarrollo productivo, para los pueblos del interior, pero también para todos los argentinos”.
En tanto, Iannizzotto también bregó “para que no se vuelva para atrás, porque cuando se sacaron las retenciones, el campo ha dado beneficios para el país”. Y amplió el panorama: “no sólo hay que hablar de soja, porque muchas economías regionales necesitan que se les bajen impuestos para el desarrollo y arraigo de muchos argentinos”.
Consideró que “hay que ser solidarios frente al 30% de pobreza y para eso necesitamos una economía expansiva, para que crezca el país, con la riqueza y la paz social que el campo pueda ofrecer a toda la Argentina”.
De Angeli
El cierre, el anfitrión Pelegrina se lo dejó a Alfredo De Angeli, el dirigente entrerriano que fue ícono de la protesta en 2008 y ahora es senador nacional de Cambiemos. Sin perder la expresividad que lo hizo conocido, hizo equilibrio entre las proclamas del campo y su convencimiento de que “el presidente Macri entiende este tema, escucha y está totalmente en contra. Por eso lo primero que hizo fue eliminarlas y los productores le pagamos con creces”.
uso en consideración que “hay muchos reclamos y necesidades de las economías regionales. El presidente lo sabe. Nos va a llevar muchos años y por eso necesitamos estar juntos. Que siga reclamando la Mesa de Enlace porque del otro lado va a encontrar diálogo”.
Y luego buscar ese punto conciliador, remató con su grito guerrero, ahora en tono simbólico: “Juntos, ¡minga nos van a poner de rodillas!” (Noticas AgroPecuarias)
EB.

También le puede interesar...