Lechería: una línea de crédito, agilización de trámites pero de precios nada
En la reunión de la cadena láctea con Macri, no hubo soluciones para mejorar los valores que reciben los tamberos. “En lo inmediato, no conseguimos nada”, dijeron los productores.
BUENOS AIRES (NAP). El presidente Mauricio Macri recibió nuevamente este jueves a los representantes de la cadena láctea en el marco de la Mesa de Competitividad de la Lechería, con un contexto de crisis de los tambos por la devaluación del peso que dejó a la actividad con costos (la mayoría dolarizados) por encima de los precios que cobran por el litro de leche.
En la reunión se propusieron mejoras en el sistema de fiscalización existente, de la mano de la Afip y el Senasa, en un trabajo coordinado con las provincias; como así también desarrollar un código de buenas prácticas comerciales, con el apoyo de la Secretaría de Comercio.
Macri estuvo acompañado por el ministro de Agroindustria, Luis Etchevehere, y casi todo el gabinete de esa cartera.
Propuestas oficiales
En un comunicado de prensa, el Ministerio enumeró las propuestas que se hicieron. “En la búsqueda de una mayor transparencia en las actividades de la cadena láctea se instó a la implementación del Remito electrónico, la posibilidad de instrumentar el sistema para descontar facturas como herramienta de financiamiento, facturas entre industrias y la validación de los datos de los laboratorios a fin de consolidar un sistema de pago por calidad y la construcción de Mercados a Término para dar previsibilidad a la actividad”.
Por su parte, el Banco Nación presentó una nueva línea de financiamiento a productores tamberos para inversiones y capital de trabajo asociado por hasta $5 millones y con plazo máximo de 7 años.
Esta línea posee dos particularidades: tiene modalidad UVA (con una reducción de la cuota inicial respecto del resto de las líneas en pesos) y es clave la participación de la usina, que actúa como ‘agente de retención‘ para el repago del préstamo, y asimismo da una referencia sobre la antigüedad y habitualidad del productor respecto de la entrega de leche a la usina.
Estos son créditos que pueden ser a sola firma hasta 5 años, ampliándose a 7 años utilizando la garantía de prenda sobre la hacienda.
En relación al consumo interno, se dispuso generar acciones conjuntas con los Ministerios de Desarrollo Social y Salud. En este sentido, se insistió en priorizar la participación de las industrias sobre los intermediarios y poner foco en la estacionalidad de la actividad para efectuar compras inteligentes.
Respecto a la infraestructura, fue solicitada la continuidad de mejoras en la red de caminos de acceso a los tambos y una coordinación entre Nación, Provincias y Municipios. Otro aspecto a trabajar fue la conectividad en las zonas rurales.
“Ni mala ni buena”
“La reunión no fue ni mala ni buena”, le dijo el vicepresidente de CRA, Jorge Chemes, a Campolitoral. “Con respecto a las necesidades de la coyuntura (tema precio) no hemos podido avanzar. Más bien se trataron cuestiones de mediano y largo plazo, y se habló de la conformación de una comisión técnica que va a empezar a trabajar técnicamente sobre la transparencia del mercado y la institucionalización”.
Chemes dijo que también “se habló del tema de las exportaciones, y de cómo la devaluación las favorece, y de la preocupación por los cupos de Brasil. Pero eso se va a ver a mediano y largo plazo”.
El dirigente dijo que “la Afip anunció una flexibilización en los embargos, en las deudas de planes caídos, y que se pueden renovar a más largo plazo”.
“Fuera de esto no hay nada más. En lo inmediato no conseguimos nada”, concluyó Chemes.
Lo urgente y lo importante
Según Eduardo García Maritano, de Carsfe, la urgencia de falta de precio es una realidad “pero en eso nunca se va a meter el Estado. Es como si la soja cae a $ 3.000 y los productores le piden al Gobierno que intervenga”, explicó al portal del diario El Litoral de Santa Fe.
“La institucionalidad de mercado evita el abuso de una parte sobre la otra, porque en momentos de crisis la captación de la renta es total”. Y aclaró que “si tuviéramos una pizarra que dice que se paga $10 el kilo de sólidos sería una referencia, pero acá siempre se llega tarde y mal. No hay autoridad jurídica para aplicarlo”.
“La última esperanza del productor era que cuando no hubiera leche el precio iba a subir, pero esto tampoco se cumplió porque no hay reglas claras, ni institucionalidad de mercado. Los precios se traccionan desde la demanda, y en la cadena está el dinero. Lo paradójico es que el productor se funde trabajando y el consumidor no puede pagar los precios de los lácteos. Insisto: el Estado sí se puede meter: haciendo cumplir la ley y revirtiendo situaciones dominantes”, disparó García Maritano. (Noticias AgroPecuarias)