Porcinos a la cama para el manejo del engorde en sistemas de túneles.
Los sistemas de “cama profunda” alojan a los cerdos sobre una superficie acondicionada con material voluminoso, proveniente de rastrojos de trigo, cebada, o virutas.
BUENOS AIRES (NAP) El engorde de cerdos en espacios con piso de paja conocidos en el ámbito de la producción como “cama profunda” es una tecnología que se aplica en diversas partes del mundo desde hace varios años. En la Cuenca del Salado bonaerense esta metodología ha sido adoptada lográndose buenos resultados, tanto desde el punto de vista zootécnico como económico.
Los sistemas que incorporan la “cama profunda” alcanzan la obtención de capones con una inversión más baja. La infraestructura demanda instalaciones de fácil armado que al mismo tiempo favorecen las condiciones de bienestar animal.
Según explican los técnicos del INTA Cuenca del Salado “estos sistemas productivos presentan ventajas desde el punto de vista de la sustentabilidad ambiental, ya que no hay producción de efluentes líquidos en comparación con los que utilizan Full Slats” donde los pisos son totalmente compuestos por piezas generalmente de hormigón con ranuras sostenidas por vigas.
La producción porcina se está difundiendo a partir de la incorporación de infraestructuras adecuadas a las necesidades que plantean estas nuevas formas de manejo. “La mejora de la productividad se ha registrado a partir de modelos productivos que tienen como pilares los aspectos relacionados a la sanidad, la nutrición, la genética y especialmente el bienestar animal, un aspecto que se ve favorecido en los sistemas de cama profunda”.
Los sistemas de “cama profunda” alojan a los cerdos sobre una superficie acondicionada con material voluminoso, proveniente de rastrojos de trigo, cebada, o virutas y otros materiales de origen vegetal absorbentes y aislantes. La infraestructura se completa con la disposición de comederos tipo tolva para la provisión de alimento y bebederos para el agua”.
Para la construcción de estas instalaciones los técnicos indican que se pueden hacer de tipos móviles o fijas
Los móviles, diseñados en INTA Cuenca del Salado, “son utilizados generalmente por pequeños productores, ya que son económicos y fácil de armar, y para la limpieza no es necesaria una pala frontal para movilizar el desecho orgánico que queda posterior a retirar los capones como sí en los fijos”. Cada módulo consta de 4 lienzos unidos formando un cuadrado, construidos cada uno de estos con cuatro tablas de saligna (1 x 6 pulgadas) de 4 metros cada una. El techo se construye con cabreadas de saligna de 2 x 2 pulgadas y el techo de silo bolsa. De esta manera “queda un espacio de 16 metros cuadrados, que permite criar 10 capones con solo incorporar cama”.
Además de producir capones, “estos módulos pueden utilizarse para hacer una recría de lechones, con una capacidad para 30 animales hasta los 20 kilos de peso cada uno, al tiempo que se están utilizando para salas de parto sobre cama profunda”.
En cuanto a los fijos, los profesionales del INTA describen que “son estructuras de mayor tamaño, con piso es totalmente de tierra, presentando en algunos casos en un extremo, una zona de concreto para la ubicación de los comederos y bebederos”.
El armazón estructural “está construida con caños de 5 a 7,5 centímetros de diámetro con paredes de 1.5 -2.5 milímetros de espesor, dependiendo del tamaño del túnel a construir”. La distancia entre los arcos es variable entre 1,2 y 2 metros.
La estructura tubular “está construida por caños transversales de una pulgada de diámetro que mantienen a los arcos principales” y se monta sobre postes de madera dura o tratada, que a su vez serán los soportes para una pared del mismo material de 1,2 metros de altura”. En los extremos del túnel, “no se construye pared fija alguna, sino que son estructuralmente desmontables. Los frentes son abiertos, con cortinas para evitar el excesivo enfriamiento durante el invierno y facilitar la ventilación en verano”. El techo “es de lona de polietileno resistente a los rayos ultra violeta. Estas estructuras se utilizan tanto para el engorde de capones, como para mantener grupos de cerdas en gestación”.
“Los túneles de cama profunda es una práctica muy difundida en el mundo y en la región pampeana de Argentina en emprendimientos de pequeña y mediana escala. Resulta una práctica de bajo costo de instalación, reducido impacto ambiental, que respeta el bienestar animal con buenos resultados productivos en la recría y terminación de cerdos” comentan los especialistas en producción porcina de la Estación Experimental del INTA Cuenca del Salado.
Los técnicos sostienen que el de “cama profunda” es un sistema muy interesante a considerar en los procesos de reconversión de granjas con sistemas de producción a campo o en granjas que están en etapas de crecimiento, dado que la inversión inicial es muy baja comparada con los sistemas convencionales.
Entre las ventajas se destaca que es posible utilizar galpones avícolas en desuso o viejos galpones de almacenamiento (Noticias AgroPecuarias).
EB
Fotos: Aarchivo NAP