Argentina lanza un nuevo satélite para información agropecuaria
A fines de marzo se pondrá en órbita el Saocom 1B, gemelo del Saocom 1A que funciona desde 2018.
BUENOS AIRES (NAP). En los últimos días de marzo, y desde la mítica estación estadounidense de Cabo Cañaveral, Argentina llevará al espacio un nuevo satélite de observación de la Tierra.
Se trata del Saocom 1B, de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), que permitirá mejorar los servicios brindados por su hermano gemelo, el Saocom 1A lanzado en 2018.
Uno de sus principales objetivos será aportar información útil para la toma de decisiones en el sector agropecuario, explicaron desde Inta Informa.
Los dos satélites que forman parte de la misión Saocom fueron desarrollados y fabricados por la Conae junto con la empresa Invap, contratista principal del proyecto, la firma pública Veng, la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Laboratorio Gema de la Universidad Nacional de La Plata. Además contó con la colaboración de la Agencia Espacial Italiana (ASI).
Se trata de los primeros satélites argentinos equipados con un radar de apertura sintética (SAR, por sus siglas en inglés Synthetic Aperture Radar), que trabaja en la porción de las microondas en banda L del espectro electromagnético.
Estos modelos Saocom son capaces de medir la humedad del suelo.
Con esta información es posible hacer más eficiente el manejo de enfermedades en cultivos y su fertilización, gestionar emergencias tales como inundaciones, desplazamientos del terreno y detectar derrames de petróleo.
Tecnología
Laura Frulla, investigadora principal de la Misión Saocom, destacó que “el desarrollo de toda la Misión fue un desafío muy importante para la Argentina, porque no teníamos conocimientos previos sobre la tecnología para la construcción y puesta a punto de satélites de este tipo”.
Y agregó: “Dominar la tecnología de observación con radar es un gran avance que nos da independencia y soberanía tecnológica”.
Francisco Damiano, especialista en agrohidrología y física de suelos del Instituto de Clima y Agua del Inta Castelar, puntualizó que con las mediciones del radar es posible conocer la permitividad de los suelos, a partir de la cual se obtiene la humedad del suelo, un factor crítico para la producción agropecuaria.
“Además de indicar si avanzar con la siembra de un cultivo en particular, la información que nos brinde este satélite argentino nos alertará con anticipación la posibilidad de ocurrencia de una enfermedad de cultivos y servirá para diseñar diversas estrategias de fertilización. Todas prácticas asociadas a la humedad en el suelo. Los Saocom son los únicos satélites que están dedicados a medir humedad del suelo en la región pampeana argentina”, remarcó el investigador.
En concreto, los mapas de humedad de suelo serán elaborados sobre un área de interés de alrededor de 83 millones de hectáreas de la región pampeana argentina. Mediante un convenio de colaboración entre el Inta y la Conae, la información ayudará a que los productores sepan cuál es el mejor momento para la siembra, fertilización y riego, en cultivos como soja, maíz, trigo y girasol. Asimismo, brindará soporte en relación al uso de productos químicos para el control de enfermedades en cultivos, en particular para la fusariosis en trigo.
Más producción
Pablo Mércuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA, consideró que “no existe otra herramienta como los satélites para colaborar con el análisis espacio – temporal de las condiciones que se observan en el campo. Los datos satelitales son fundamentales para determinar el estado de los agroecosistemas, monitorear la vegetación y humedad en todas las zonas productivas”.
En este sentido, aseguró que “la disponibilidad del Saocom representa un salto cualitativo y cuantitativo para muchas decisiones del sector agropecuario”, y adelantó que la nueva información brindada por la Conae es valiosa para mejorar la calidad de los informes que realiza periódicamente el Inta y que distribuye a los productores mediante su red de agencias de extensión distribuidas en todo el país.
Por ejemplo, recordó que, hasta ahora, los mapas de humedad en el suelo no eran precisos ni aportaban una adecuada distribución espacial. “Hasta ahora la información se construye interpolando datos de diferentes puntos o zonas. Pero no son datos precisos, pixel a pixel, como los que puede medir un satélite”, valoró.
Por esa razón cobra relevancia la capacidad de los satélites Saocom con su radar SAR en banda L, diseñado para detectar la humedad del suelo y obtener información de la superficie terrestre en cualquier condición meteorológica u hora del día.
“Hay un sinnúmero de aplicaciones interesantes de los datos del Saocom para el agro”, destacó Mercuri y mencionó otros usos posibles también en áreas forestales y humedales. “Además hay mucho interés en mejorar el conocimiento y la eficiencia del uso del agua en cuencas de zonas áridas y semiáridas, desde su uso para riego hasta proyectos mineros”, concluyó.
Políticas públicas: humedales y bosques
“Creemos que el sistema Saocom podría representar un gran aporte para el diseño de políticas públicas destinadas a la gestión de recursos naturales”, agregó José Volante, coordinador del Programa Nacional de Recursos Naturales y Gestión Ambiental del Inta. Al respecto, se refirió a los beneficios de los sensores radar para las leyes de bosques y de humedales.
Los Saocom, por ejemplo, podrían brindar nueva información sobre la altura de los árboles y de la cantidad de ejemplares ubicados en determinadas áreas, cuya medición actual es imprecisa y que son fundamentales para la Ley de Bosques.
“Los sensores ópticos no tienen la capacidad de traspasar las nubes ni la cubierta vegetal, entonces no podemos saber qué hay abajo. En cambio el sensor radar penetraría la copa de los árboles y eventualmente llegaría al suelo, para determinar finalmente qué tipo de cobertura vegetal hay debajo y su altura”, explicó Volante.
“También podrían ser un aporte importante para la Ley de Humedales que hoy se está discutiendo en la Argentina, que busca proteger estas áreas. Los sensores ópticos no pueden detectar si estamos en presencia del humedal. En cambio el radar podría colaborar con la detección de humedad de suelo”, concluyó. (Noticias AgroPecuarias)