Pescado: Beneficios y sugerencias para su consumo en Semana Santa

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En medio del aislamiento social por el COVID-19, el Senasa continúa controlando que lleguen a la mesa de los argentinos y el mundo, productos de la pesca saludables.

BUENOS AIRES (NAP) Semana Santa es una época en la que se incentiva el consumo de pescado, un alimento que posee un alto contenido proteico, de gran calidad y muy fácil digestión. A ello se agrega que tiene una amplia variedad de vitaminas, minerales y ácidos grasos saludables como el omega 3, ideales para incorporar en la dieta de los niños.

El pescado que llega a la mesa del consumidor tiene el control del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que interviene en forma directa en toda la cadena de producción pesquera al verificar las condiciones higiénico-sanitarias de los establecimientos donde se elaboran e industrializan productos, subproductos y derivados de la pesca y la acuicultura.

Además, el organismo estatal controla el cumplimiento de los requerimientos en los productos importados para acreditar su inocuidad y prevenir el ingreso de enfermedades exóticas con riesgo potencial para los consumidores argentinos.

Esta tarea no se vio interrumpida por el aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por el gobierno nacional para enfrentar la pandemia de COVID-19. Las tareas del Senasa fueron exceptuadas de esta disposición y sus agentes continúan trabajando para que los alimentos seguros e inocuos lleguen a la mesa de los consumidores argentinos y del mundo

Pautas para el consumidor

Dado que el pescado se descompone más rápidamente que otros productos cárnicos, es importante mantener su refrigeración hasta su consumo, por lo cual es clave que el local de expendio cumpla las normas de higiene y manipulación del producto.

Los pescados y mariscos se contaminan muy fácilmente, por lo que las personas que los preparan o manipulan deben tener en cuenta los procedimientos para hacerlo de forma correcta.

“Es fundamental comprar los productos de la pesca en comercios legales y no en lugares de dudoso origen”, advirtió el director de Inocuidad de Productos de la Pesca y Acuicultura del Senasa, Fabián Ballesteros.

Los pescados y mariscos se contaminan muy fácilmente, por lo que las personas que los preparan o manipulan deben tener en cuenta los procedimientos para hacerlo de forma correcta. Es importante que el pescado esté acondicionado correctamente con hielo en escamas asegurando el espacio necesario para facilitar el paso del aire.

Aunque suene contradictorio, el pescado en buen estado no huele a pescado, sino a mar y algas. Adicionalmente, se recomienda observar la higiene de las mesadas, los utensilios de trabajo, la cantidad y la condición del hielo en escamas utilizado para el mantenimiento.

“Un pescado fresco tiene los ojos brillantes, las agallas rojas y no deben tener desprendimiento de escamas. Estas pautas son tanto para productos de origen marino como de agua dulce”, agregó Ballesteros

Al realizar las compras en el supermercado es conveniente ordenar los productos según cuán perecederos sean. Es decir que el pescado siempre debe quedar para el final, de modo que la cadena de frío se interrumpa durante el menor lapso posible . Para el traslado se debe llevar preferentemente una bolsa conservadora.

También es útil saber qué y cuánto comprar, para consumir lo justo y evitar que sobre para el día siguiente. Como se trata de un producto altamente perecedero, en esas 24 horas ya pierde calidad. Por esa misma razón se sugiere ir temprano a la pescadería. Al llegar al hogar debe guardarse en los estantes inferiores de la heladera, en envases cerrados que contengan los líquidos y olores. Y por supuesto, debe ser llevado a la heladera de inmediato para retrasar lo más que se pueda el proceso de descomposición.

Siguiendo estas pautas el consumidor y su familia pueden disfrutar de alimentos saludables, de calidad, inocuos y seguros controlados debidamente por el Senasa (Noticias Agroecuarias).

EB

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