Para enfrentar la pandemia alimentos sanos y frescos
Durante los últimos fines de semana, el Colectivo Agroecológico de Viedma entregó bolsones de hortalizas y frutas a más de 800 familias de esa ciudad y El Cóndor.
VIEDMA (NAP) Como consecuencia de la cuarentena obligatoria, la compra de alimentos e insumos básicos se restringió a los mercados de cercanía de cada hogar y muchos consumidores optaron por proveerse mediante productores locales y entrega a domicilio. En este contexto, los bolsones de la agricultura familiar a partir de la huerta agroecológica son una alternativa de comercialización resuelta de acuerdo a estrictos protocolos de sanidad para evitar la propagación del virus.
“La situación que atravesamos como humanidad nos pone ante el desafío de fortalecer nuestros lazos comunitarios. También, lo hace la urgencia de garantizar el alimento durante el tiempo de cuarentena. El abastecimiento de frutas y verduras de calidad agroecológica a los vecinos de Viedma y el Cóndor, revaloriza el rol de quienes hoy trabajan la tierra y producen nuestros alimentos”, sostuvo Adrizarán Núñez, Director del INTA Valle Inferior Viedma, Río Negro, al apelar a las palabras del colectivo agro ecológico.
Durante los últimos fines de semana, el Colectivo Agroecológico de Viedma entregó bolsones de hortalizas y frutas a más de 800 familias de esa ciudad y El Cóndor. La iniciativa fue impulsada por sus integrantes que colaboran en la promoción de la actividad frutihortícola bajo la modalidad agroecológica o en procesos de transición, indicó el informe preparado por el INTA Patagonia Norte.
La situación que atravesamos nos pone ante el desafío de garantizar el alimento durante el tiempo de cuarentena.
El colectivo que funciona desde 2017 está conformado por familias productoras, dos comunidades de consumidores (Alimenta y Brota) e instituciones como el INTA Valle Inferior, la Estación Experimental Valle Inferior (EEAVI del gobierno de Río Negro-INTA), el programa ProHuerta y el Municipio de Viedma.
Desde sus inicios acompañó a unas 5 familias en el proceso de transición a la producción libre de insumos químicos y hoy alcanza a unas 18 bajo ese esquema. El trabajo se llevó adelante desde una perspectiva de co-generación y validación de saberes, lo que permitió construir prácticas productivas y comerciales colaborativas.
Los circuitos cortos de comercialización son formas novedosas de distribución de alimentos, basadas en el acercamiento entre la producción y el consumo. Entre ellos se destacan las ferias de la agricultura familiar, comercializadoras solidarias, mercados cooperativos y la venta de bolsones de verduras y hortalizas de estación.
En su evolución el Colectivo Agroecológico desarrolló distintas formas de venta conjunta. Según Julieta Heredia, integrante del Comunidad Alimenta, el bolsón fue la primera herramienta de comercialización, pero con el tiempo se instaló la Feria agroecológica Municipal que permitió a los productores realizar ventas una vez a la semana con una logística más sencilla.
“Por la cuarentena, la manera que encontramos de garantizar la fruta y la verdura fue volver a la organización comunitaria con el armado de los bolsones”, relató Heredia. “No es real que todos los productores venden todo al mayoreo o tienen verdulerías, hay mucha producción que va directamente a los consumidores, por eso es importante garantizar la venta de los excedentes y el acceso a este tipo de alimentos”, reflexionó.
Esta modalidad hoy resulta imprescindible ante la suspensión de otros canales que suponen aglomeración y mayor riesgo de contacto en la pandemia. Por esa razón, la dinámica de armado y entrega de los bolsones se enmarcó dentro del Decreto de Necesidad y Urgencia dictado por el Gobierno Nacional, de AISLAMIENTO SOCIAL PREVENTIVO Y OBLIGATORIO (Decreto 297/2020) se llevada adelante según el Protocolo Recomendatorio para la Venta y Distribución de Bolsones de Verduras de la Agricultura Familiar (AF) redactado por la Universidad Nacional Arturo Jauretche, el INTA, el SENASA y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
La logística de los bolsones se ajusta al protocolo que contempla el uso de barbijo, cofia y guantes, elementos de higiene personal y provisión constante de alcohol en gel. “El armado de los bolsones se realizó en un lugar amplio y ventilado con una distribución de islas separadas entre 2 y 3 metros de distancia”, indicó Nuñez y detalló que la entrega a los consumidores se realizó a domicilio a través de 20 nodos de reparto.
“Los productos a entregar estaban ubicados en lugares abiertos y las personas, responsables de los nodos, esperaban en fila separadas por 2 metros entre sí” observó y agregó que “a la vista de todos se exhibía cartelería para brindar información sobre medidas de seguridad para los consumidores”.
El precio justo es otra de las ventajas de esta modalidad en la cual se establece un precio razonable que percibe el productor por su mercadería, mientras que el consumidor paga un monto accesible y obtiene una variedad de productos frescos.
“Desde INTA decidimos acompañar y sostener estas estrategias orientadas a la población más afectada, tanto rural como urbana. Esperamos que luego de la pandemia, estas prácticas comerciales de frutas y hortalizas se consoliden ya que podrían ser alternativas muy interesantes en ese escenario futuro”, concluyó Núñez (Noticias AgroPecuarias)