Las cadenas agroalimentarias son las que más puestos de trabajo generan
Las problemáticas y propuestas desde distintos sectores, en un evento virtual. La actualidad del trabajo agroindustrial en cifras. Claves para motorizar al país en el futuro pospandemia.
BUENOS ARES (NAP) Representantes de FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina), presentaron con funcionarios y otros líderes de instituciones, los datos del trabajo que generan las cadenas agroindustriales.
En el encuentro virtual vía Zoom y YouTube, con más de 300 asistentes, participaron: Carlos Schilling, Presidente de FADA, Carolina Bondolich, directora de FADA, David Miazzo, economista Jefe de FADA, Natalia Ariño, economista de FADA, Sergio Busso, Ministro de Agricultura y Ganadería de Córdoba, Dardo Chiesa, coordinador de la Mesa de Carnes, Carlos Iannizzotto, Presidente CONINAGRO y, Agustín Tejeda, economista Jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y Florencia Donovan, fue la periodista que moderó el encuentro.
“En el segundo trimestre de este año se han perdido entre 3,5 y 4 millones de puestos de trabajo de distintos rubros, es casi lo que generan las cadenas agroindustriales. Eso muestra la magnitud de la crisis que estamos atravesando y nos alarma respecto de las propuestas para que este sector sea uno de los protagonistas de la salida y del desarrollo del país”, expresó Tejeda. Según el estudio de FADA, las cadenas agroindustriales generan más de 3,7 millones de puestos de trabajo, que es el 22% del empleo privado nacional.
Dentro de la presentación del trabajo, Ariño destacó a las cadenas agroindustriales como motores de empleo que trascienden hacia pueblos, regiones y ciudades: “Todos los días tenemos en nuestra mesa el trabajo de miles de trabajadores. En un desayuno tenemos un millón y medio de trabajadores de las distintas cadenas que intervienen. Si a la noche cenamos una pizza, son otros miles de puestos de trabajo que se generaron para cada ingrediente de nuestra cena”.
En ese sentido estimó que “la mejor política social que podemos tener hoy, es generar empleo. Y para eso hay que “agrandar la torta”. Es necesario que haya reglas de juego claro desde el Estado, porque esa es la forma de que aparezcan sectores que quieran invertir”, afirmó el ministro Busso.
Las cadenas que más trabajo generan son las de frutas, verduras hortalizas y legumbres con 12%, la de carne vacuna con 11%, soja también aporta 11%, trigo el 10% y maíz 7%.
Con relación a la generación de puestos de trabajo, Dardo Chiesa consideró que “Lo que hay que hacer es generar estabilidad. Un galpón de pollo de última generación vale un millón de dólares, además hay que poner gente a trabajar, y eso tiene que tener un rédito económico, una sustentabilidad en el tiempo, poder amortizar la inversión, que genere trabajo y negocio. Son inversiones que se van frustrando si no hay una posibilidad de permanencia en el tiempo, que genere crecimiento, y dé empleo para mis hijos y trascienda generaciones, eso en Argentina pasa en muy pocas empresas”.
Perspectivas y propuestas
“Necesitamos una política de Estado que trascienda las segmentaciones y las administraciones. Que quiera que nuestro país sea un país exportador, que es lo que mejor sabemos hacer”, afirmó Schilling.
En relación al aporte de cada cadena agroindustrial Ariño indicó en un ranking “que las cinco cadenas que más crean trabajo son: las de frutas, verduras hortalizas y legumbres con 12%, la de carne vacuna con 11%, soja también aporta 11%, trigo el 10% y maíz 7%. Estas cinco cadenas juntas generan la mitad de todo el empleo agroindustrial”.
“El campo y la industria son claves dinamizadores de la economía, con reglas de juego claras, ahí vamos a encontrar emprendedores, inversores, productores agroindustriales que están dispuestos a avanzar. Cuando uno fija las políticas que incentivan y estimulan, rápidamente reaccionan. Pasó con la maquinaria agrícola, hubo financiamiento, hubo posibilidades, y prácticamente todo el clúster de maquinaria funcionó creando trabajo y generando posibilidades de progreso en hogares argentinos, ese es el camino…., aportó Miazzo”.
“Argentina tiene una oportunidad, el campo está dispuesto y los gobiernos, del color que seamos, debemos ponernos juntos para encontrar la salida que la gente está esperando”, señaló Busso.
Según el estudio de FADA, las cadenas regionales y pecuarias concentran más de la mitad de los empleos generados por la agroindustria.
“La innovación y la tecnología son necesarias para ser competitivos y, con eso, lograr ser sustentables en el tiempo. De esa forma salís de un círculo vicioso donde no hay trabajo, ni rentabilidad, ni consumo, ni salario. Y pasás a un círculo virtuoso donde alentás la inversión, mejorás rentabilidad, capacitás a tus trabajadores. Eso incide en el consumo, el crecimiento, la exportación. Esto no es tan difícil pero falta la vocación política”, afirmó Iannizzotto.
“La ganadería argentina fue muy golpeada por políticas adversas en la última década. Tuvimos prohibición de exportaciones, Argentina perdió en vacuno más de 12 millones de cabezas: la totalidad del rodeo uruguayo. Y de ahí nos empezamos a recomponer. Desaparecimos de la tabla de posiciones de los exportadores y hoy estamos entre los primeros puestos otra vez, con carne de calidad y generando la entrada de divisas que este país necesita”, expresó Chiesa.
Otro desafío es la infraestructura. “Muchas veces se dice que la gente se quiere ir del campo, pero se quiere ir porque los caminos están en mal estado, porque no tiene internet, se le corta la luz… hay muchas personas que quieren vivir en el campo, pero acceder a los mismos servicios que los de la ciudad y eso no está ocurriendo”.
“Además, uno de los grandes desafíos en ganadería es el de la industrialización, que los animales no tengan que transitar cientos de kilómetros para ser faenados, ayudaría a que la gente se quede en el lugar donde vive, completó Chiesa.
“El agro tiene desafíos muy importantes como la pandemia, el comercio internacional, los desafíos de la economía argentina. Pero lo más importante es la política agropecuaria, Argentina tiene la política agropecuaria más negativa del mundo en comparación con otros países”, advirtió Tejeda.
En el informe de FADA, las cadenas de cultivos industriales generan el 15% del empleo agro. La vitivinícola, con mayor personal en la etapa primaria demanda un 56% del empleo de su cadena, mientras que la azucarera emplea más en el sector industrial y comercial.
“El trabajo eventual, en las economías regionales, significa entre un 15% a un 30% de aumento de trabajo. Desde la Mesa del Hambre se plantea el desafío de disminuir la cantidad de personas que se encuentran bajo el asistencialismo para pasar a tener un trabajo digno. Una de las formas transitorias que encontramos es aprovechando las épocas de zafra y cosecha, esas épocas en que las economías regionales demandan más trabajo”, expresó Iannizzotto.
“Desde FADA buscamos las maneras de mejorar la calidad de vida de los argentinos, y no tenemos duda de que el trabajo es una de esas formas. No sólo por la generación de ingresos sino también por el desarrollo humano que está vinculado a ese empleo y porque la estabilidad y seguridad que brinda un empleo, permite planificar un desarrollo personal y también del país”, expresó Bondolich (Noticias AgroPecuarias).