En Santa Fe trabajan en una Súper Alfalfa
Investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de Esperanza ganaron un premio para trabajar sobre el efecto del selenio en la alfalfa, que permita generar lácteos más saludables.
SANTA FE (NAP). El selenio es un elemento nutricional que se necesita para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico, y su carencia en la dieta favorece la llegada de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
Según estudios de la Universidad Nacional del Litoral, en función de los tipos de alimentos que consume la población santafesina, ingerimos sólo el 40 % de la dosis de selenio recomendada por la Organización Mundial de la Salud. A nivel global, el déficit es todavía mayor: se estima que la población mundial ingiere el 15 % de elemento tan importante.
Con el objetivo de propiciar una mayor inclusión del mismo en la dieta, la Universidad Autónoma de Barcelona premió a un equipo de trabajo de la Facultada de Ciencias Agrarias de la UNL, que presentó un proyecto para incluir selenio en la alfalfa que ingieren las vacas y así conseguir lácteos más saludables.
“Vamos a desarrollar en 4 años un proyecto que tiene como objetivo la generación de quesos funcionales bio fortificados con selenio”, dijo Fernando Muñoz, licenciado y doctor en Ciencias Biológicas docente de la UNL e investigador del Conicet.
Agregó “este proyecto tiene una relevancia internacional que permitirá favorecer este elemento carente en la población”.
En diálogo con Campolitoral, explicó que el trabajo se va a ejecutar en distintas fases. Primero: biofortificar las plantas con selenio orgánico, porque no lo podemos ingerir de manera inorgánica, ya que nuestro metabolismo no está preparado para hacerlo. Por eso precisamos de plantas que procesan el inorgánico a orgánico.
“Vamos a desarrollar un fertilizante foliar para que las plantas puedan transformarlo y luego las vacas lecheras lo coman, produciendo lácteos con estas ventajas”, anticipa.
La reina forrajera
El trabajo lleva el nombre: “Efecto del tratamiento con sales de selenio sobre el desarrollo de alfalfa bajo anegamiento”, y es conducido por Walter Cucit, Melani Cúnico, María Maina, Claudio Baroni y Fernando Muñoz, desde el laboratorio de Investigaciones en Fisiología y Biología Molecular Vegetal.
En el mismo hacen referencia a que la alfalfa (Medicago sativa) es la principal especie forrajera del país y la base de la producción de carne y leche en la Región Pampeana. «La difusión del cultivo se basa en sus altos rendimientos, su excelente calidad forrajera y su gran adaptabilidad a diversas condiciones ambientales. Sin embargo, es un cultivo muy sensible al anegamiento del suelo. El encharcamiento de los lotes produce la falta de oxigenación de las raíces, lo que puede llevar a la muerte rápida de las plantas».
Durante los últimos años, el avance de la agricultura sobre las pasturas ha provocado no sólo una intensificación de los sistemas pastoriles sino también su desplazamiento parcial hacia zonas con mayores limitaciones edáficas y climáticas. «La incorporación de ambientes restrictivos desde el punto abiótico plantea problemas como salinidad, acidez, y anegamiento. En este contexto, el desarrollo de cultivares adaptados y/o de estrategias alternativas de manejo para esas condiciones adversas aparecen como un tema que tendrá bastante atención en el futuro inmediato».
A su vez, se ha reportado que algunos elementos como el selenio «han otorgado protección a ciertas plantas bajo condiciones de estrés abiótico». Este elemento es utilizado principalmente para la biofortificación de cultivos, dada su importancia para la salud humana. Sin embargo, «se ha demostrado que el selenio posee la capacidad de regular el status hídrico de plantas sometidas a estrés por sequía y, además, es capaz de disminuir los efectos adversos generados por estrés salino. No obstante, la concentración en la cual el selenio posee efectos benéficos varía dependiendo de la especie vegetal y del tipo de estrés al que la planta es sometida». El objetivo del presente trabajo fue analizar el desarrollo de plántulas de alfalfa cultivadas con adición de selenio bajo anegamiento. Finalmente, a partir de los resultados obtenidos, “podría sugerirse que la aplicación de selenio durante la fase inicial del cultivo de alfalfa permitiría ampliar el área cultivada hacia zonas anegables, consideradas como marginales o poco productivas”.
Una pastura, un sistema
Jorge Gieco es agrónomo, docente de la cátedra de forrajes, doctor en genética y mejoramiento de plantas de la Universidad de San Pablo, y responsable del programa de mejoramiento genético de alfalfa de la UNL.
Charlando con Campolitoral en medio del campo, lo tildó como un «proyecto innovador». Y nos contó que trabajan con la idea de agregar valor al cultivar tradicional de alfalfa. “Nuestro programa desarrolla materiales convencionales, y queríamos tener mayor resistencia a todo nivel: hoja, raíz y corona, buena perdurabilidad o persistencia en el tiempo; y queríamos agregarle otras características. Y como siempre estamos abiertos a sumarnos a cualquier eventual estudio que nos propongan, también nos sumamos a esta idea”. (Noticias AgroPecuarias)