Otra cerealera en problemas: Buyatti cerró su planta
Se le terminó un contrato que tenía para depósito de maíz con la Unión Agrícola Avellaneda y sostiene que se quedó sin clientes y granos.
ROSARIO (NAP). “Nuestra prioridad está en la urgencia del caso Buyatti y no en la paritaria aceitera”, dice el secretario general del Sindicato Aceitero de San Lorenzo, Pablo Reguera, parado en las puertas cerradas de de la planta aceitera que amaneció cerrada este martes y con los cerca de 90 empleados protestando con quema de gomas en el frente.
Es que mientras que en el resto de Argentina, las plantas aceiteras estuvieron paradas por una medida gremial en el marco de la puja salarial con las empresas, el gremio de San Lorenzo, que tiene injerencia en el cordón norte del Gran Rosario, adonde están las principales terminales cerealeras, no se adhirió a la protesta. Sobre todo porque esta mañana la agenda se les vio sacudida con la escalada del conflicto en Buyatti, ubicada en Puerto San Martín y de capitales santafesinos.
La crisis de la empresa es de larga data, arrancó hace 20 años cuando entró en convocatoria de acreedores. Pero la caída de Vicentin aceleró su crisis.
Es que si bien Buyatti es una empresa independiente del grupo Vicentin comparten accionistas y durante mucho tiempo sus silos y capacidad de moler 3,000 toneladas diarias fueron de pulmón para el gigante harinero. Pero su default no sólo la dejó sin un socio sino que también le complicó seriamente el acceso a financiamiento y la reputación comercial. “Acá hay cosas muy enredadas entre Vicentin y Buyatti”, resaltó Reguera en una conferencia de prensa que protagonizó junto con delegados y empleados de la cerealera.
En rigor, a fin de noviembre se terminó el contrato que tenía Buyatti con la cooperativa Unión Agrícola Avellaneda que le alquilaba los silos para depósito de maíz.
Según aseguran desde la compañía, terminada esa relación no consiguieron nuevos clientes y por eso pusieron en la mesa un duro ajuste para llegar hasta abril, cuando empieza a llegar la nueva cosecha de soja y se necesitan silos para abastecer. Según los Buyatti, tienen 90 empleados con sueldos de 100 mil pesos que no pueden sostener sin actividad, y por eso proponen retiros voluntarios para 60 quedándose con 30 que prestarían tareas de mantenimiento y seguridad hasta que en abril llegue la soja.
“A nosotros hace unos días nos contaron que no tenían ni socios ni clientes y propusieron que decidiéramos quienes se quedan y quiénes se van. Una barbaridad. Y por eso nos levantamos de la mesa”, contó Reguera. Y mientras dialogaban llegó el primero de diciembre y la planta hoy amaneció con las puertas cerradas y los trabajadores afuera. “Nadie quiere los retiros voluntarios porque pagan en cuotas y mucho menos de lo que corresponde”, denunció.
La firma iba a presentar un plan para su continuidad en la sede rosarina del Ministerio de Trabajo de la provincia. Pero, según averiguó Rosario3, el plan que tienen es el que ya presentaron porque no consiguen socio comercial. Es más, aseguran estar abiertos a cualquier propuesta de negocios, hasta para almacenar alimento balanceado a granel, y hasta no rechazarían que los trabajadores armen una cooperativa y se asocien a ellos para salir a buscar clientes.
“Vamos a ir con el gobernador Omar Perotti y hasta con el ministro de la Producción nacional Matías Kulfas. Nos vamos a mover y le pedimos a los intendentes del cordón que nos apoyen”, reclamó Reguera. “Como puede ser que consiguen granos para Vicentin en San Lorenzo y no para Buyatti. Que el grupo Olio, que está consiguiendo girasol para hacer fazón en Ricardone traiga granos para Buyatti”, insistió marcando los puntos de conexión entre ambos grupos. (Noticias AgroPecuarias)
Por Mariano Galíndez. Publicado en Rosario3.