La Niña en el pico de su estado.
El impacto de esa circulación se refleja en un período de lluvias menores, que comenzaron a observarse antes de la primavera.
BUENOS AIRES (NAP) La corriente de La Niña que desde hace meses hace sentir sus efectos con sequías prolongadas y escasas o nulas precipitaciones ya se encuentra, prácticamente en su pico, situación que se extenderá hasta febrero o marzo, así lo confirmó Marisol Osman, especialista en Ciencias de la Atmósfera e investigadora del CINICET.
La región central del Océano Pacífico sigue fría, con importante influencia sobre su estadía: “Estamos ante una Niña de libro nos comenta, que en cada aparición muestra condiciones climáticas y efectos diferentes”, explica en una entrevista realizada por Ricardo Bindi, en su programa 30 On Line, emitido por Canal Agositio.
De acuerdo a la explicación de la especialista, la presencia de lluvias en la región es mucho menor, respecto de las características que debería presentar para la época del año que se transita.
Con respecto a las consecuencias sobre la atmósfera, Marisol Osman, comentó que el clima, además del impacto de La Niña, también está afectado por otros impactos como una circulación más intensa de la corriente en la región polar que se refleja en un agrandamiento del agujero de ozono, respecto de lo que se veía en años anteriores.
Los pronósticos serán menos confiables y será necesario “continuar con la evaluación de los estados de los océanos.
El impacto de esa circulación se refleja en un período de lluvias menores, que comenzaron a observarse antes de la primavera.
“Vemos que las temperaturas son un grado más frío que en otras primaveras por tratarse de una Niña más moderada y la respuesta se reflejó en un impacto de las lluvias que fueron menores, respecto de otras Niñas, en la región que atañe a nuestro país”, detalló Osman.
Con relación a las expectativas, la investigadora estimó que, de acuerdo a los pronósticos se espera “una disminución de la intensidad este fenómenos a partir de abri, para entrar en una etapa neutra desde mayo”.
Aclaró, sin embargo, que desde esa transición los pronósticos serán menos confiables y será necesario “continuar con la evaluación de los estados de los océanos para saber si se confirman las expectativas esperadas para el otoño e invierno (Noticias AgroPecuarias)