Déjà vu kirchnerista: volvieron los ROE de maíz
Una lectura de lo que significa el anuncio de permitir un cupo máximo de 30.000 toneladas diarias, en medio de la suspensión general de las exportaciones.
BUENOS AIRES (NAP). Las autoridades del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina anunciaron –a minutos del comienzo del paro agropecuario– que procedieron a reabrir el registro de exportación de maíz disponible, el cual había sido cerrado el pasado 30 de diciembre.
El comunicado, firmado por el subsecretario de Mercados Agropecuarios, Javier Preciado Patiño, es bien claro al respecto. Sin embargo, adicionalmente el Ministerio de Agricultura publicó otro comunicado que introdujo mucho más “ruido” porque evoca una metodología perniciosa que provocó una reducción sustancial de la producción de maíz y trigo durante la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
El comunicado bendecido por el sector kirchnerista del gobierno parece indicar que se aceptó considerar la propuesta realizada por el Consejo Agroindustrial Argentino (adelantada por Bichos de Campo la semana pasada), pero con una serie de condicionamientos que son tan complejos como la propia suspensión de exportaciones.
Si bien el comunicado señala que se “decide dejar sin efecto provisoriamente la medida de suspensión de registros de DJVE de maíz”, también indica que, “mientras se alcanzan los consensos” con el CAA, se “realizará un monitoreo a fin de garantizar la disponibilidad para la demanda interna de maíz de la campaña 2019/20”, para lo cual “las DJVE maíz 2019/20 no podrán superar las 30.000 toneladas diarias”.
Tal metodología, si bien no tiene un nombre específico, es equivalente al sistema de cupos de exportación, implementado en 2008 por la entonces existente Oncca, denominado “ROE Verde”, por medio del cual se produjeron diversas distorsiones e irregularidades que terminaron desincentivando la producción de cereales al punto tal que en octubre de 2013 Argentina llegó a quedar desabastecida de trigo.
El problema de un sistema de cupos –especialmente si es por una cifra tan exigua como 30.000 toneladas diarias– es que la administración de los mismos se torna inevitablemente discrecional e injusta para aquellos exportadores que, por la razón que fuese, no logran acceder al volumen deseado. (Noticias AgroPecuarias)
*Por Ezequiel Tambornini. Publicado en BichosdeCampo.com