Argentina vuelve a picar en punta en el mercado mundial de la harina y el aceite de soja
No se esperan grandes cambios en la demanda de harina de soja de los principales clientes de la Argentina, como la Unión Europea y países del Sudeste Asiático.
ROSARIO (NAP) Argentina concluirá la campaña 2020/21 como el máximo exportador mundial de productos derivados de la soja.
En tal sentido, las proyecciones realizadas por distintos analistas indican que exportará 40% de sus producción de harina y en el caso del aceite del mismo origen alcanzará al 46% del total de la producción sojera.
Sin embargo, una cosecha de soja recortada a la baja impacta con fuerza en la serie de factores que colaboran en esta estimación bajista de exportaciones.
Además, respecto a la demanda interna por los biocombustibles existe incertidumbre por la sanción de una nueva ley de promoción, que pondría un freno a las inversiones potenciales del sector.
No se esperan grandes cambios en la demanda de harina de soja de los principales clientes de la Argentina, como la Unión Europea y países del Sudeste Asiático, por lo que la baja tanto productiva como exportadora parece relacionarse más con la reducción de la cosecha.
Se espera un crecimiento del consumo global de aceite que proyecta a China, Brasil y la India encabezando la demanda mundial.
Respecto del comercio internacional de harina de soja es equivalente a cerca del 25% de la producción global, lo que muestra la relevancia de la producción para consumo doméstico de este producto del complejo soja.
Lo mismo sucede con el aceite de soja, siendo comercializada en el mercado mundial cerca del 20% de la producción global.
En este marco, esta nueva campaña espera un crecimiento del consumo global de aceite que proyecta a China, Brasil y la India encabezando la demanda mundial, lo que también ajusta levemente al alza la producción mundial. No debe perderse de vista el mercado indio y sus potencialidades.
Argentina exportó más de 3 Mt de aceite de soja a la República de la India en la campaña 2019/20. El país asiático es el destino de cerca de la mitad de las exportaciones totales de aceite.
Recientemente la India subió sus aranceles a la importación de aceite de palma. Siendo este aceite competidor del aceite de soja para muchos rubros, la suba de aranceles es una oportunidad adicional para la colocación de más productos argentinos en los mercados mundiales.
Por otra parte, el paro que se realizó en los puertos argentinos que se produjo en diciembre de 2020 limitó considerablemente la generación de negocios y trasladó parte de la demanda de harina y aceite a los Estados Unidos.
No obstante, aún con niveles récord de crushing y un elevado consumo de stocks de poroto, el país norteamericano no pudo compensar la baja temporal en las exportaciones argentinas.
La producción mundial
Respecto de la producción mundial en harina y soja se destacan China, Estados Unidos y Brasil en el podio. Estos tres países son verdaderos gigantes demográficos: en el gigante asiático residen más de 1.400 millones de personas, en el país norteamericano más de 300 millones y a nuestro vecino socio comercial lo habitan más de 200 millones de personas.
En este marco, estos productores utilizan estos subproductos de la soja eminentemente para su abastecimiento interno.
Sus grandes poblaciones estimulan la demanda de harina y aceite de soja al consumir ganado porcino, biocombustibles y otros productos que se elaboran con estos insumos claves.
Al igual que en la campaña anterior, este nuevo año comercial encuentra al fortalecido crecimiento económico de China como vector para a la demanda mundial de aceite y harina de soja.
El aceite llegó a valores que no se observaban desde agosto del 2012, en tanto que la harina llegó en marzo a sus máximos valores en 7 años.
No obstante, estos números optimistas de producción global partieron originalmente de perspectivas aún más optimistas. Las proyecciones del USDA y de Oil World recortaron la producción global de aceite y harina de soja en función de los brotes de Peste Porcina Africana en China, la potencial reducción del ganado porcino en los Estados Unidos y la presión alcista de los precios del poroto de soja en la industria.
Precios internacionales
Desde marzo del 2020, el aceite de soja acumula subas en torno al 84% en sus precios, mientras que la harina muestran alzas superiores al 35%.
El aceite llegó a valores que no se observaban desde agosto del 2012, en tanto que la harina llegó en marzo a sus máximos valores en 7 años.
De acuerdo con Oil World, persiste el optimismo por el mantenimiento de estos buenos precios para la industria procesadora.
No obstante, las alzas que también se observaron en los precios internacionales del poroto de soja, insumo clave de la industria, limitan la mejora de los márgenes de procesamiento
Pese a las diferentes cuarentenas que se observaron y observan a nivel global, la producción ganadera y de biocombustibles espera seguir impulsando la demanda de aceite y harina de soja, lo que llevó en 2020 a las importantes subas de precios.
No conforme con ello, una proyección de menos producción mundial de aceite de girasol estimularía aún más las alzas en el aceite de soja, siendo ambos aceites productos competidores en muchos rubros (Noticias AgroPecuarias).