El BCRA logró moderar las expectativas de devaluación hasta después de las elecciones
Con el aporte del FMI, el Central cerró agosto con una posición vendida de solo 300 mill/dol. A días de las Paso, el Gobierno ve un mercado más calmo. La desconfianza pasa para luego del 14 de noviembre…
BUENOS AIRES (NAP). El Banco Central de la República Argentina sostuvo durante agosto su política de ancla cambiaria para intentar consolidar la lenta desaceleración mensual de la inflación, que persiste en niveles muy elevados.
Si bien interrumpió por primera vez en el año la continua reducción del ritmo de depreciación mensual, el dólar mayorista terminó con un alza del 1,09%, apenas por encima del 1% de julio pero lejos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que las consultoras estiman algo por debajo del 3%.
Ocurrió en un mes pre-PASO que cerró con algo más de calma en las expectativas de devaluación pese a que, como era de esperarse, creció la búsqueda de cobertura para después de las elecciones.
En ese marco, el BCRA volvió a intervenir en el mercado de futuros aunque terminó el mes con su capacidad de intervención casi a pleno en esa plaza.
Según supo Ámbito de fuentes oficiales, el Banco Central operó algunos contratos, la mayoría a agosto aunque también unos pocos a posiciones algo más extensas. Así, luego de tres meses de cerrar sin contratos abiertos en el Rofex, ahora quedó con poco más de 300 millones de dólares vendidos. Un número que de todas maneras es muy bajo, más aún para una etapa preelectoral, que le garantiza casi plena capacidad de capacidad de acción para salir a contener eventuales movimientos disruptivos.
El mercado de futuros del dólar es una plaza que se negocia en pesos pero que le brinda a los inversores cobertura ante una eventual devaluación. La venta de este tipo de contratos es una herramienta que utiliza el BCRA para incidir en las expectativas de depreciación. En el pico de la corrida de octubre de 2020, por caso, llegó a tener contratos abiertos por el equivalente a u$s8.400 millones, lo que permite dimensionar el margen de intervención actual.
Ese poder de fuego para incidir en las expectativas se suma a otro dato que fue leído como positivo en la entidad que preside Miguel Pesce. Si bien este martes tuvo que desprenderse de otros u$s130 millones para abastecer la típica demanda por cierre de posiciones de fin de mes por parte importadores y bancos, según fuentes privadas, terminó agosto con saldo neutro en sus intervenciones en el mercado de cambios oficial ante un todavía importante ingreso de divisas del agro. Un resultado que no se veía desde 2016 y que es atípico para un momento del año en que la estacionalidad del flujo comercial suele jugar en contra.
Fue un mes en el que la llegada de los u$s4.334 millones de derechos especiales de giro (DEG) del FMI reforzó las reservas del Central. Aunque el grueso de esos recursos se irá en lo que resta del año en pagos al propio organismo. Así, las tenencias internacionales brutas subieron en agosto u$s3.598 millones (la diferencia se explica fundamentalmente por cancelaciones de deuda e intervención sobre la brecha cambiaria) y terminaron ayer en u$s46.180 millones. Sin incluir los DEG, las reservas netas quedaron en torno a los u$s7.000 millones, según cálculos privados.
El aporte del FMI es el plafón con el que cuenta el BCRA para sostener su política de ancla cambiaria en los próximos meses.
Este martes, por caso, el dólar mayorista subió 3 centavos a $97,74, lo que redondeó un alza mensual de casi 1,1%. En el año, acumula un incremento del 16,15%, la mitad de la inflación de los primeros siete meses de 2021. Ese poder de fuego es también el que utiliza para intervenir sobre las cotizaciones financieras (MEP y CCL), que cerraron agosto con algo más de calma en $170 luego de jornadas agitadas a raíz de las últimas restricciones establecidas para su operatoria.
Expectativas
En ese marco, el mercado “compra” el sendero planteado para el tipo de cambio hasta las elecciones. Lo muestran los precios pactados en los contratos cortos de dólar futuro del Rofex, que a lo largo de agosto cayeron entre 253 y 443 puntos básicos, según cálculos del analista Andrés Reschini.
Sin embargo, el panorama es distinto tras el umbral del 14 de noviembre: el mercado espera una aceleración del ritmo de depreciación que empiece a compensar parte del desfase entre la suba acumulada por el dólar oficial y la inflación.
Así, la curva de tasas implícitas en los contratos se empina: pasa del 31,96% a fines de noviembre al 50,43% a fines de enero. Aun así, las posiciones más largas también cerraron con precios a la baja, aunque con un descenso algo más leve.
El economista e investigador Alfredo Schclarek Curutchet sostiene que la lectura no debe ser lineal: “Los contratos de dólares futuros son una especie de seguro de cambio, por ello, su precio no sólo refleja una expectativa de depreciación sino también un componente de riesgo. Los precios actuales para los meses postelectorales reflejan un mayor riesgo o incertidumbre sobre cuál será la estrategia del BCRA después de las elecciones. Es decir, si te voy a dar un seguro, no sólo debo cobrarte por la expectativa sino también por la incertidumbre”.
Algo similar ocurrió con los bonos soberanos dólar linked, otro habitual refugio de cobertura cambiaria para los inversores. Los títulos atados al tipo de cambio oficial a 2022 subieron en el mes 1% en promedio y terminaron con rendimientos negativos, aunque en las últimas ruedas la demanda se detuvo y operaron más ofrecidos.
En todo este cuadro se apoya el Gabinete económico para sostener que hoy por hoy no existen significativas expectativas de un salto devaluatorio para después de las elecciones, un escenario que descartan de plano. Y remarcan que, lejos de lo que se anticipaba hasta hace poco, los activos argentinos viven hoy un rally alcista a días de las PASO.
Es por eso que, ante la consulta de Ámbito, fuentes cercanas a Martín Guzmán desmintieron ayer un supuesto anticipo del Presupuesto 2022 publicado en un portal, que proyectaba un dólar mayorista para fines de ese año a $159, lo que implicaría una suba anual del 55%. “Son datos falsos. El proyecto está aún en elaboración. Y esos no son los números que están contemplados”, aseguraron. (Noticias AgroPecuarias)
Por Juan Strasnoy Peyre. Publicado en Ámbito.