Sequía: La mitad del rodeo bovino esta en riesgo
Un informe del ROSGAN estimó que la provincia de Chaco es la que sufre el mayor porcentaje de sequía. Medido en cabezas, en Buenos Aires hay 10 millones de bovinos en zonas afectadas por falta de lluvias.
BUENOS AIRES (NAP) Unos 26 millones de cabezas de ganado vacuno se encuentran en riesgo por la sequía debido a la falta de pasto y agua en varias regiones de Argentina, indicó un informe del Rosgan.
Al 10 de enero, estimaron que cerca del 50% del territorio nacional se encuentra bajo diferentes grados de sequía. En términos de stock ganadero, este escenario involucraría al 80% de los 54,4 millones de cabezas que componen el rodeo nacional.
El Mercado Rosario Ganadero (Rosgan) puso números a esta situación, en base a datos del Sistema de Información sobre Sequías para el Sur de Sudamérica (Sissa).
En zonas como el noroeste argentino se trata del tercer período consecutivo de seca. Esto hace que muchos cursos de agua se hayan secado, situación que provocó un incremento acelerado de la mortandad de hacienda.
De acuerdo al relevamiento de la bolsa rosarina, las provincias con mayor porcentaje de sequía extrema son Chaco (58%), Salta (46%), Santiago del Estero (37%), Formosa (33%) y Jujuy (23%). A nivel nacional, el promedio es de 12,5%.
Medido en stock ganadero, Buenos Aires concentra cerca de 10 millones de animales bajo áreas afectadas, una cifra semejante se encuentra localizada entre las provincias de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba.
En paralelo, algo más de 6 millones de animales son los que actualmente están sufriendo las peores condiciones de sequía en las provincias del noroeste y noreste del país.
“En concreto, a nivel nacional prácticamente la mitad del stock ganadero (48%) se encuentra en áreas afectadas por la sequía, lo que representa unos 26 millones de cabezas bajo riesgo”, advirtieron.
Si la seca continua en este rumbo, la mortandad crecerá. Como ejemplo, ilustraron que solo 1 punto adicional sobre la tasa promedio de mortandad de animales (2,0% a 2,5% anual), implicaría unos 500.000 menos en el stock.
Ante la falta de recursos forrajeros, una de las formas de minimizar la mortandad -sobre todo en vacas recién paridas- es anticipar los destetes. El impacto en la producción de carne puede oscilar entre 20 y 30 kilos por ternero.
Otra de las vías para intentar acotar la perdida es enviar a faena toda la hacienda flaca con escasa posibilidad de supervivencia, algo que también reduce la cantidad de kilos de carne que se estarían dejando de incorporar.
“Por tanto, cualquiera sea el paliativo que intente aplicarse ante esta desesperante situación, el impacto a nivel productivo resulta inevitable, con daños que se irán ponderando a medida que esta hacienda vaya llegando al mercado, tanto en el corto como en el mediano y largo plazo”, concluyeron(Noticias AgroPecuarias).