Dólar a $350, intervención, supertasa e inflación: la nueva estrategia del BCRA
Devaluación y después. El efecto en las góndolas del nuevo precio del dólar será la clave para ver cuánto dura; buscan mantenerlo varios meses. Tras el salto cambiario, apuntan a achicar la brecha y recomponer reservas.
(NAP) El salto devaluatorio finalmente llegó. Después de apelar a todo tipo de estrategias para atravesar un desierto de reservas que se agudizó con la mayor sequía en un siglo y como primera reacción al triunfo de Javier Milei en las PASO, el Gobierno argentino terminó por acceder a una fuerte suba del tipo de cambio oficial de casi el 22%, con la que destrabará el condicionado desembolso del Fondo Monetario Internacional.
Junto a ese movimiento, el Banco Central dispuso un equivalente incremento de la tasa de interés. Con esas cartas sobre la mesa, se abre ahora una serie de interrogantes.
¿Qué impacto tendrá la devaluación sobre la muy alta inercia inflacionaria? ¿Qué pasará con los dólares paralelos? ¿Cuánto tiempo permanecerá fijo el oficial en su nuevo nivel de $350? ¿La supertasa llegó para quedarse?
Según pudo saber Ámbito de altas fuentes del equipo económico, la estrategia a partir de ahora será mantener un largo rato el tipo de cambio mayorista en torno a los $350 alcanzados tras el salto convalidado ayer. “Esperamos que permita mantenerlo el mayor tiempo posible”, plantearon desde un despacho oficial.
¿Cuánto tiempo? Dependerá de la magnitud del “pass through” (es decir, de en qué medida se traslade a las góndolas), aseguran las fuentes, aunque se animan a augurar escasos movimientos hasta incluso más allá de octubre.
Para definir futuros pasos, el dato clave que monitorearán Miguel Pesce (BCRA) y otros funcionarios es cuántos puntos adicionales le suma al IPC esta devaluación. La premisa, en principio, corre tanto para el dólar oficial como para la tasa de referencia y la que remunera los plazos fijos, que ayer se decidió subir al 118% nominal anual y 209% efectivo anual para evitar una estampida hacia el billete verde.
En el Gobierno, consideran que hay condiciones para que el traslado a precios de la devaluación no sea tan elevado. “Los márgenes empresariales crecieron de forma precautoria bajo el argumento de que se venía un salto cambiario”, afirmó una fuente oficial y sostuvo que, ahora que el salto es un hecho, las empresas ya están cubiertas.
La ampliación de los márgenes es un hecho: un informe que el equipo de Gabriel Rubinstein le entregó a Sergio Massa días atrás señala que subieron desde el 25% en 2017 a más del 46% en 2023. Esto les permitió a las compañías sacar tajada en la puja distributiva frente a salarios de los trabajadores que fueron corriendo de atrás a la escalada inflacionaria.
Además, los funcionarios reconocen que el creciente ritmo de crawling peg (la política de microdevaluaciones diarias), que en la primera parte del mes se elevó a alrededor del 12% mensualizado, ya de por sí le ponía un piso elevado al IPC. Esta semana, Economía iniciará la negociación con las empresas para la renovación de Precios Justos e intentará contener las remarcaciones.
Sin embargo, los analistas ya anticipan un impacto en los próximos datos de inflación, como sucede en Argentina ante cada devaluación, y algunas empresas no tardaron en plantear que el salto cambiario dejará un piso de incremento de costos del 9% para agosto. Con todo, serán claves las respuestas que dé el Gobierno para apuntalar los ingresos e incidir en la puja distributiva.
Achicar la brecha
Distintas fuentes del equipo económico ratificaron que se sostendrá la política de intervención del BCRA sobre los dólares financieros. Es que, ahora, apuntarán a que el combo devaluación-intervención redunde en una reducción de la brecha cambiaria. Ayer, de hecho, aunque no actuó de forma significativa el Central, el MEP y el CCL subieron menos que el oficial y el spread se contrajo al 77% y 87% respectivamente.
Para evitar que haya un drenaje significativo de reservas para contener las cotizaciones paralelas, la Comisión Nacional de Valores (CNV) dispuso una nueva restricción: topeó en 100.000 valores nominales semanales (unos u$s30.000) por cliente de las sociedades de bolsa la cantidad de dólares financieros que se podrán comprar a partir de ahora a través de bonos soberanos emitidos tanto bajo ley local (Bonares) como bajo ley extranjera (Globales). Justamente, el segmento donde interviene el BCRA. Además, la AFIP avanzó en una reducción de impuestos al dólar Qatar para que no suba al mismo ritmo que el mayorista y, por ende, bajar el piso que le impone a las cotizaciones paralelas.
Por otro lado, los funcionarios prevén que se acelere la liquidación de exportaciones. Ayer, celebraron una mejora en el ingreso de divisas, que redundó en compras por parte del Central de u$s220 millones.
De todas maneras, la expectativa para recomponer de manera más significativa las reservas está puesta en la reunión del Directorio del FMI de la próxima semana, en la que se espera que se aprueben los desembolsos acordados, según mencionó ayer la vocera Julie Kozack luego de valorar “las acciones de políticas recientes”, en alusión a una devaluación largamente exigida por el organismo.
Fuentes oficiales hablan de la llegada para los próximos días de una suma superior a los u$s7.500 millones convenidos con el staff, para totalizar unos u$s10.750 millones en los próximos meses. (Noticias AgroPecuarias)
Por Juan Strasnoy Peyre, publicado en Ámbito.com