Excelencia productiva en un manejo de monte
Cuando los animales llegan a los 250 kilos, se arman grupos se los lleva a la 2da etapa de la recría en la que se manejan grupos de 50 animales.
(NAP) La producción de ganadería en los bosques nativos o implantados, en los últimos años se convirtió en una práctica que se reitera en diversas explotaciones en Misiones, Corrientes o el norte de Santa Fe. Pero la actividad alcanza una mayor relevancia cuando se combina la cría y la recría a campo y se complementa con un pasaje por los corrales.
Esta práctica es parte de la experiencia que lleva adelante la familia Gruber, en su emprendimiento La Emilia, una explotación ubicada en la localidad misionera 9 de Julio, donde se combina la forestoindustria con la ganadería, la producción de porcinos, yerba mate y agricultura. Este fue el caso que eligió el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina.
A principio de siglo, los Gruber decidieron diversificar el negocio incorporando la ganadería que desarrollan en la estancia La Emilia, donde cuentan con 25 corrales distribuidos en distintos sectores, todos equipados con manga, comedero y depósito y algunas además con cepo.
Alejandro Orué es el encargado del manejo general de la hacienda y contó que éste arranca con la confección de las raciones de suplementación, que son mezcladas y embolsadas en la planta propia de alimento balanceado.
Empezando por el rodeo de vacas con ternero al pie, se le da una ración ‘de amance’, que no sobrepasa los 300 gramos por cabeza, suministrado en las bateas para acostumbrar a los terneros a entrar al corral (para esto usan una moto cuya bocina sirve como llamado para los animales).
Una vez que finaliza la recría estabulada los novillos pasan a la etapa de recría a pasto por 12 meses. Se arman grupos de 120 a 140 animales y se los lleva a los diferentes sectores. Cada uno posee subdivisiones con alambrado para poder rotar a los animales y así garantizar la calidad de las pasturas.
Durante la recría a pasto se realizan dos tipos de suplementación: en la primera se les da un tiempo de 15-20 días en el que los novillos se acostumbran al llamado para ir al corral.
A medida que van llegando al peso promedio de 250 kilos se arman grupos de 10 a 15 animales y se los lleva a la 2da etapa de la recría en la que se manejan grupos de 50 animales. “En esta etapa cambia la ración de suplementación obteniéndose mayores ganancias de peso diaria, con una suplementación en base a maíz, soja, girasol y núcleos minerales que se mezclan según indicaciones de un nutricionista”, dijo Orué.
En cuanto al manejo reproductivo, Oscar Weidellch aportó que la ganadería se inició en 2004, con animales de “genética muy variable” que llegaron como parte de pago de venta de madera o de casas construidas. Actualmente la existencia ganadera total es de 2.995 cabezas.
En 2008 se comenzó la mejora del rodeo con genética de Estancia Las Lilas, de Santa Fe, y de Proapro, Tabaretá y La Higuera de Corrientes.
El ordenamiento del rodeo se hizo a través de la selección de los vientres según aptitud reproductiva y se fueron descartando los que no cumplían con las características fenotípicas deseadas.
En 2018 se empezó a trabajar con la inseminación artificial a tiempo fijo (IATF) buscando incorporar aún mejores características del rodeo.
Actualmente tienen un porcentaje de preñez promedio de 83% (realizan diagnóstico mediante ecografías y descartan a las vacas vacías).
Los terneros son destetados a los 7 meses y son llevados a corral por 40 a 60 días. El porcentaje promedio de destete es de 70% con un peso promedio de 155 kilos.
Finalmente Weildellche dijo que se hace revisación sanitaria de toros (preservicio, aparato locomotor y genital, control de enfermedades venéreas). “Se busca el mejoramiento genético en forma permanente con la incorporación de toros de alta calidad genética, producción de toros propios de genética conocida a través de la inseminación artificial, selección de vaquillonas de reposición por fenotipo, precocidad y fertilidad”. (Noticias AgroPecuarias)