Las economías regionales perdieron más de mil millones de dólares
Los efectos de la sequía, el panorama macroeconómico, la falta de mano de obra suficiente, sumado a la falta de financiamiento adecuado complica a este tipo de producciones.
(NAP) Las Economías regionales perdieron U$S 1.000 millones entre septiembre de 2022 y agosto de 2023 en concepto de exportaciones, al pasar de U$S 7.600 millones a U$S 6.600 millones, consignó esta semana la Cámara de la Mediana Empresa (CAME), en su informe.
El sector comprende 31 complejos agroindustriales, que engloban a unos 159.000 productores de todo el país, que representan el 63% de las producciones, ubicadas fuera del área central de la Argentina.
Según CAME, fueron diversos fenómenos que afectaron a estas actividades, pero la presión impositiva, las distorsiones macroeconómicas, la falta de financiamiento específico y las dificultades para conseguir mano de obra, generaron el escenario complejo que enfrentan las economías regionales.
En los 31 complejos agroindustriales regionales que mide CAME, “el productor por lo general no fija precios, entrega la mercadería que toma el sector industrial , muy concentrado en ciertos productos como la vitivinicultura, la yerba mate, tabaco o peras y manzanas, que establecen las normas y las pautas de pago”, describió Pablo Vernengo, director ejecutivo de Economías Regionales, en declaraciones periodísticas.
“Tenemos productores que ante la falta de rentabilidad, no pueden hacer muchas innovaciones tecnológicas y por ende no aumentan los volúmenes de producción. Sí afectan los fenómenos climáticos, que se traducen en menores volúmenes y en menor calidad de la producción”, describió Vernengo.
La mano de obra es una de las grandes demandas de las economías regionales. De acuerdo con CAME , levantar los 31 rubros de las economías regionales implican la ocupación de 650.000 jornales, equivalente a igual número de trabajadores. Esto se debe a que un mismo operario puede trabajar en más de una producción en una misma temporada. Sin embargo conseguir cosecheros no es una tarea fácil.
Por su parte, Jorge Pazos, presidente del Comité Argentino de Arándanos (CAA), explicó que “Pese a haber negociado paritarias, tenemos que pagarles un plus para que acepten trabajar. Cuando se necesita mano de obra, el productor está dispuesto a poner algo más para no perder el esfuerzo de un año. La ruta nmo espera, si no se cosecha,se pasa y se pierde”.
Por último, el dirigente de la Cámara de Arándanos opinó que todo beneficio que se les da a los trabajadores no registrados atenta contra la mano de obra registrada para la cosecha, porque la gente tiene dudas sobre si pierde el beneficio del bono al tomar el trabajo. (Noticias AgroPecuarias)
