Advierten que ventas de granos continúan frenadas a la espera del balotaje
Aunque le quedan pocos días al dólar exportador, productores y exportadores prefieren no vender a la espera conocer las propuestas del nuevo presidente sobre la moneda de intercambio.
(NAP) Pese al dólar exportador, cuya vigencia culmina este viernes, la liquidación de divisas del agro en octubre fue la más baja para ese mes desde 2005.
Y, según advierten analistas del sector, las ventas de granos continúan paralizadas en la primera parte de noviembre: la incertidumbre por las elecciones, sumada a la elevada brecha cambiaria, son algunos de los factores que explican este escenario.
Además, señalan, no hay certezas de que una vez conocido el nombre del nuevo presidente el panorama vaya a cambiar de forma inmediata.
De esta manera, puede demorarse el ingreso de los cerca de 2.500 millones de dólares que restan liquidarse de la campaña de soja 2022/23.
Las cámaras Ciara-CEC, en octubre las empresas liquidaron u$s743,5 millones, lo que representó una baja del 39% frente al mismo mes del año anterior. En los primeros diez meses del año, las ventas al exterior del sector cerealero-oleaginoso cayeron un 50% (u$s17.539 millones).
Camino al balotaje, el mercado continúa “enfrascado en la incertidumbre financiera y política, y arrastrando distorsiones por el dólar agro y las postergaciones de exportaciones”. Así se desprende de un análisis realizado por Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.
“Entramos en los últimos días del programa de incremento exportador 70/30, que permite que los exportadores puedan liquidar el 30% de sus divisas en el mercado de contado con liquidación. El mix entre oficial y libre genera un tipo de cambio de alrededor de $520 por dólar, es decir casi un 50% más que el oficial. Este ‘extra’ lo dispone el exportador, y con él puede pagar un precio mayor al mercado interno”, explicó el analista.
Sin embargo, la brecha cambiaria, los problemas para adquirir insumos y la falta de alternativas para dolarizarse, sumado a la incertidumbre política de cara al balotaje, conforman un combo que frena las ventas de parte de los productores.
Romano sostuvo que las dos plataformas electorales vigentes plantean dudas en cuanto al tipo de cambio: “Si tendremos un tipo de cambio desdoblado, y en ese caso cuál tendrán las liquidaciones del agro y el pago de sus insumos y deudas. Esto hace que redolarizarse equivocando el tipo de cambio al cual se enfrente hacia adelante -más allá de que supone un costo y un riesgo de incobrabilidad dependiendo del instrumento- puede salir muy bien o muy mal. Ante esto muchos productores prefieren no vender. El problema es que la cosecha de trigo comenzó, y existe la posibilidad de entrar con el régimen que genera un valor más alto”.
“El parate que se está viendo en ventas se debe a la dificultad para después, con los pesos excedentes, poder o bien comprar insumos -sobre todo fertilizantes- que hoy está todo muy frenado; o bien encontrar alternativas de dolarización que sean confiables. Que están por un lado caras y por otro complejas para el productor agropecuario promedio. Y ahí es donde se ve la dificultad”, explicó Romano a Ámbito.
“La pregunta hacia futuro es si, una vez definida la elección, estas cuestiones se destraban automáticamente: creo que no, sino que vamos a tener que ver qué ocurre con las decisiones en cuanto al régimen cambiario. Si se ve una brecha más chica y formas de dolarizarse, probablemente se dinamice la venta del trigo, que ya está generándose. Y algún excedente de maíz y de soja. Si no se da ese escenario, veo muy poca intención de ventas. Salvo en el caso del trigo, que quizá el productor de la zona del norte de Buenos Aires, no se lo quiera quedar y por una cuestión más financiera puede tratar de venderlo. Pero el resto lo van a querer esperar”, remarcó.
Según las estadísticas de la Secretaría de Agricultura de la Nación, todavía restan por comercializarse 5,2 millones de toneladas de soja de la campaña 2022/23, valuadas en alrededor de u$s2.600 millones. Divisas más que necesarias para la economía actual.
De todas formas, a partir de diciembre comenzarían a ingresar los dólares provenientes de la cosecha de trigo. Aunque, todavía es un interrogante el volumen de la campaña, ya que la sequía sigue afectando algunas zonas productivas. Según sondeos privados, el trigo y la cebada podrían aportar a partir del próximo mes unos u$s3.600 millones, que serían el puente fundamental de cara a la próxima campaña de soja y maíz, cuya liquidación comenzaría a percibirse a partir de abril de 2024. (Noticias AgroPecuarias)