Por la menor estimación de cosecha de maíz y girasol se perderán más de 500 mill/dol de ingreso de divisas
Por cuestiones de exceso de calor y enfermedades en los cultivos, la BCBA ajustó esta semana su proyección de cosecha. Igualmente, el resultado será mejor que el de 2023.
(NAP) La Bolsa de Cereales de Buenos Aires calculó que, tras los ajustes que realizó a sus estimaciones de cosecha de maíz y girasol, con una reducción de 56,5 a 54 millones de toneladas y de 3,8 a 3,6 millones de toneladas, resdpectivamernte, habrá un impacto en el ingreso de divisas generado por las exportaciones.
“Se espera que el valor alcance los 7.941 millones de dólares para ambos cultivos, lo que refleja una disminución de 501 mill/dol en comparación con nuestra última proyección. Esta reducción se distribuye en 430 mill/dol de pérdidas en maíz y 71 mill/dol en girasol”, indicó la BCBA.
No obstante, se proyecta que el ingreso de divisas generado por las exportaciones de estos dos cultivos durante la campaña 23/24 superarán en 544 millones de dólares estadounidenses a los registrados en la campaña anterior.
Maíz
En el caso del cereal, el ajuste se resolvió luego de calcular el impacto que tuvoi la ola de calor de febrero en los planteos de fecha intermedia y tardía en el centro del área agrícola sumado a la creciente incidencia y severidad de Spiroplasma kunkelii (transmitida por la chicharrita, que provoca achaparramiento de las plantas) en planteos tardíos del centro y norte del país no permitirán alcanzar la proyección de producción planteada hasta la semana pasada.
La BCBA detalló que los principales recortes en la proyección de producción se ubican en el Centro-Norte de Santa Fe y en la provincia de Entre Ríos explicados por la alta severidad de la enfermedad mencionada y en el centro-oeste de Buenos Aires y norte de La Pampa producto del estrés termo-hídrico sufrido durante el mes de febrero.
Girasol
En el caso del oleaginoso, la BCBA corrrigió a la baja su estimación tras evaluar fundamentalmente el bajo peso de los granos comoefecto del estrés termo-hídrico sufrido durante los meses de enero y febrero mientras el cultivo transitaba etapas de diferenciación, formación y llenado de las estructuras reproductivas.
Adenás, la Bolsa anticipó que que “no se descartan futuros ajustes luego de que se evalúe el nivel de los daños provocados no solo por los recientes temporales de viento y granizo sino también por el aumento de los registros de Phomopsis y otras enfermedades de fin de ciclo”. (Noticias AgroPecuarias)
