La soja le ganaría terreno al maíz por los temores a los ataques de chicharritas

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La BCR estimó que por cada lote sembrado con trigo y maíz se sembrarían 1,7 de soja. Los planes de siembra el maíz disminuirían en 300.000 ha en zona núcleo.

 

(NAP) La relación soja/gramíneas podría ser la más alta de las últimas 6 campañas: por cada lote sembrado con trigo y maíz se sembrarían 1,7 de soja en 2024/25, de acuerdo a un relevamiento realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario.

La BCR informó que las primeras encuestas reflejan un descuento de 300.000 ha en el ciclo 2024/25; esto es, una disminución interanual del 15%. Más allá de que el trigo, con un 15% de aumento, modera el impacto, las gramíneas (trigo y maíz) caen este año.

Y la soja de primera en los primeros sondeos muestra una suba del 7%, aunque no se descarta que termine siendo mayor el pasaje a la oleginosa.

El trabajo realizado por Marina Barletta, Florencia Poeta y Cristián Russo destacó que “los ingenieros que trabajan en la región núcleo y en el norte del país advierten que en Chaco, en este momento, hay chicharrita activa poniendo huevos y esto puede repercutir en setiembre”.

También se destaca que la superficie de maíz tardío está en retirada de la región: en Carlos Pellegrini y El Trébol (centro sur de Santa Fe) “la superficie de maíz tardío caerá por completo”, afirman.

Además, se estima una reducción del 30% en el área de maíz temprano. En Bigand (sur santafesino) también concuerdan que no se va a sembrar maíz tardío ni de segunda por el temor al ataque de la chicharrita y se habla de una caída del 20% del maíz temprano. En la zona de Villa Cañas (sur santafecino) y Arribeños (norte bonaerense), el maíz tardío está descartado de la planificación.

Solo se hará maíz “temprano” y se espera una reducción de entre 10 y 15%. En General Pinto (noroeste de Buenos Aires) se mantendrá la superficie del temprano pero habrá una reducción de la del tardío. En Monte Buey (sudeste de Córdoba) mantendrá la superficie del maíz temprano, con siembras tardías programadas para noviembre, a lo sumo, para evitar el pico de la chicharrita. Desde esa área, comentan que las fechas de diciembre estan totalmente descartadas.

La soja

Para la oleaginosa, la tendencia es a la suba, en principio con  7% más de siembra en la intención de soja de primera.

El año pasado se implantaron 4,56 M ha. Este año, gran parte del hectareaje que libera el maíz pasaría a sembrarse con soja de primera. Y se señala que la superficie podría crecer aun más si continuan los recortes. En El Trébol y Carlos Pellegrini proyectan un aumento de área de soja de primera entre 30% y 10% en comparación al año pasado. En Bigand habría un 20% más. En General Pinto, en el NO de Buenos Aires, también indican aumentos en la superficie.

Trigo

Con la mitad del trigo sembrado, empieza a aparecer la falta de agua en la cama de siembra: mayo, mes clave para terminar de recargar los perfiles, decepcionó.

Las medias mensuales de dicho mes estuvieron entre un 10 y un 30% por debajo del promedio histórico. A este déficit se le sumó un junio que, hasta el momento, no aportó agua a la región, lo que está provocando que empiecen a aparecer problemas de falta de agua en superficie. En lotes mal rotados las labores de siembra comienzan a frenarse a la espera de lluvias. Los niveles de reservas hídricas en profundidad siguen siendo buenos, pero el trigo necesita un pequeño pulso hídrico para materializar la siembra restante intencionada.

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