Chicharrita: Datos alentadores de la Red Nacional de Monitoreo en 450 localidades

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La red de monitoreo prevé registrar e informar la captura de adultos y el porcentaje de infección para que los productores cuenten con datos para la toma de decisiones.

(NAP) Uno de los puntos altos del 3° Congreso Internacional de Maíz, que culminó este jueves en el Centro de Convenciones de Córdoba, fue la presentación ante la concurrencia de la Red Nacional de Monitoreo durante un panel con presencia de autoridades técnicas que se focalizaron en las nuevas herramientas para enfrentar el complejo patogénico del achaparramiento del maíz.

“El panorama de mayo a hoy es muy alentador, no sabíamos qué el invierno íbamos a tener y nos jugó a favor”, auguró Federico Zerboni, presidente de MAIZAR, encargado de presentar a quienes lo acompañaron en el panel.

Junto a él estuvieron Martín Galli, de la Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos (AAPPCE); Magalí Nico, gerente de Producto Maíz de Syngenta Latinoamérica Sur; Héctor Medina, coordinador general de Contingencias y Emergencias del SENASA; Gustavo Balbi, director general de Fiscalización y Control del Ministerio de Bioagroindustria de la Provincia de Córdoba y en una conexión digital el presidente del INTA, Juan Cruz Molina.

El presidente de MAIZAR, Federico Zerboni convocó a Magalí Nico y a Martín Galli a exponer sobre la Red Nacional de Monitoreo que ya cubre con datos y mapeo de la chicharrita en 450 puntos de la geografía maicera del país.

“Tenemos información a disposición del productor; esta red el monitoreo va a continuar en cada zona; el invierno nos reseteó con heladas. En la zona de Venado Tuerto donde asesoro a productores vamos a sembrar maíz temprano porque observamos que hay bajas poblaciones del vector y no vemos riesgo. Pero no se puede generalizar, es una campaña para ir viendo zona por zona”, afirmó Zerboni.

En la misma línea, advirtió: “Las heladas nos dieron una mano, pero se están acabando, debemos controlar maíz guacho para tener a raya las poblaciones (Dalbulos maidis)”.

En la presentación de la red público-privada, Magalí Galli mencionó que los datos del monitoreo con sus mapas van confirmando la perspectiva de que “si teníamos un invierno normal o fuerte, íbamos a arrancar una campaña con otra expectativa”, más favorable para el cultivo desde el punto de vista sanitario.

Apuntó que el mapa de heladas mostró el año pasado menos de cinco cuando desde el 1° de marzo hasta el 25 de agosto en gran parte de la región se anotaron este año más de 25 heladas, heladas muy fuertes, y el mapa copia donde fue controlada la presencia de dalbulus por la meteorología.

“El clima va a moderar el nivel de la chicharrita, porque la estamos midiendo con todas estas instituciones públicas y privadas”, destacó.

Como objetivos específicos, la red de monitoreo prevé registrar e informar la captura de adultos y el porcentaje de infección para que los productores cuenten con datos a la hora de tomar de decisiones. Durante los próximos tres años, la red colectará información semanal en unos 450 sitios en Argentina y Uruguay para ser compartida en informes.

Menos de 4 chicharritas por trampa

 Martín Galli adelantó que en los próximos días se difundirá el último informe de la red y recordó que la presencia de adultos ya había retrocedido de 42 a 12% de las localidades en el NOA y ahora están dando cero. “Si las trampas detectan actividad, hay que hacer foco en eliminar el maíz guacho”, dijo.

En el NEA también las trampas están dando cero adultos y la zona centro norte, que comprende a Córdoba, “en general más de 60% está sin presencia; debemos hacer foco en el manejo cultural para evitar el puente verde para la plaga”, recomendó.

A modo de resumen, Galli dijo que a nivel país con 337 localidades o trampas, se observa 77-80% con menos de cuatro o cero chicharritas por trampa. “El invierno está haciendo su trabajo, nos está ayudando a matar de manera gratuita el maíz guacho”, acotó el técnico.

El trabajo en red para un mejor maíz

Desde el INTA, Juan Cruz Molina graficó que “el trabajo en red y la gestión del conocimiento es la mejor vacuna para hacer mejor el maíz” y enumeró la participación de los profesionales del organismo en la mesa nacional de achaparramiento y en diferentes programas de obtención y transferencia de tecnologías.

Se observa entre 77-80% con menos de cuatro o cero chicharritas por trampa

“La red nacional de maíz, la detección temprana y cómo se comportan los híbridos muestran la presencialidad del INTA. El programa de mejoramiento y cómo fuimos colaborando en información para la búsqueda de soluciones. El INTA quiere ser el brazo de I+D de ustedes”, sostuvo Molina.

A su turno, Héctor Medina referente del SENASA destacó el “desafío federal de los organismos que dependen de Agricultura”. Precisó que el organismo nacional actuó este año con celeridad para llegar a 24 productos registrados, entre ellos tres biológicos, para control del vector, y aceptar ensayos de empresas de Brasil y Paraguay mientras se dará prioridad al registro de nuevos productos. Añadió que el organismo cuenta con una línea de whatsapp para consultas de respuesta inmediata.

También se está validando una tecnología, que son trampas automáticas de origen chileno para la detección del vector por inteligencia artificial; en 15 días estarán instaladas, una en el norte de Córdoba, adelantó Medina.

Comité de achaparramiento en Córdoba

Gustavo Balbi, director general de Fiscalización y Control del Ministerio de Bioagroindustria de Córdoba destacó la constitución del comité técnico de achaparramiento en la provincia, integrada por 27 instituciones público-privadas y unos 50 miembros.

“Largamos desde un escenario de estupor, con la necesidad interinstitucional de avanzar con la red nacional de monitoreo, informes de INTA, el registros de fitosanitarios, financiación a los damnificados, coordinación técnica”, enumeró 

Balbi también acentuó la recomendación de neutralizar el puente verde que facilita la instalación del hospedante y suprimir el maíz guacho para “sacarle la comida y la casa al vector”.

“En cuatro meses pasamos de la incertidumbre a decir cómo vamos a sembrar el maíz, con información regional, mucho monitoreo y una paleta de herramientas colaborativas, una paleta más efectiva de recomendaciones técnicas”, señaló el funcionario cordobés.(Noticias AgroPecuarias).

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