La bajante del Paraná deteriora la carga promedio de los buques
La altura del Paraná alcanza mínimos de enero de 2023 y el nivel promedio de la primera semana de septiembre es el segundo más bajo desde 1970. La carga promedio en agosto se ubicó un 6% por debajo del mismo mes del año pasado.
(NAP) En las últimas semanas se volvió a poner en el foco los volúmenes de agua del río Paraná. Los niveles de caudal del río son esenciales para la hidrovía y su logística agroindustrial.
En este sentido, la merma del caudal de agua implica mayores costos para quienes lleven adelante actividades de exportación en la región del Up River, responsable del 76% de las cargas de granos, harinas y aceites de la Argentina en 2023.
Los costos por un menor nivel de agua en el Paraná pueden incluir la necesidad de ajustar el volumen de carga en determinados tipos de buques en el Gran Rosario tanto para el ingreso como para el egreso de mercadería; costos superiores frente la necesidad de efectuar completamiento de carga en otros puertos; pérdidas que sufre el complejo agroindustrial local por menores precios de exportación, con presiones a la baja de primas FOB, entre otros factores.
Cabe recordar que entre 2021 y 2022, según la época del año y por la falta de caudal de agua suficiente, los buques graneleros debieron completar la carga en los puertos del sur de la provincia de Buenos Aires.
Después de tocar un pico por encima de los tres metros en el pasado mes de mayo, un dato por encima de los promedios históricos, comenzó una marcada baja en el nivel del Paraná. De esta manera, la altura hidrométrica del río frente a Rosario fue descendiendo en sus niveles y actualmente apenas superando el medio metro.
Para la primera semana de septiembre, los niveles actuales se ubican un 74% por debajo de la misma semana del 2023. Sólo 2021 se ubica por debajo de los niveles actuales.
Para encontrar otra primera semana de septiembre con niveles por debajo de los actuales debemos remontarnos a 1970.
Con estos niveles, el promedio de cargas para los buques del Up River se ubica apenas por encima de las 34.000 toneladas en los últimos dos meses.
Este volumen está por debajo de las más de 36.000 toneladas que se registraron en agosto del año pasado y en abril de este año.
Para todos estos casos, se consideraron los buques de cargas secas a granel, que trasladan granos y harinas vegetales.
Estas diferencias se hacen especialmente relevantes mientras se espera la llegada de las épocas con mayores lluvias en Argentina y especialmente en las cuencas que alimentan el caudal del Paraná.
Si bien los niveles de carga promedio aún se encuentran lejos de volúmenes por debajo de los 32.000 toneladas por buque como supimos observar en 2021 y 2022, las expectativas no son alentadoras.
Los pronósticos del Instituto Nacional del Agua (INA), no anuncian grandes mejoras en los caudales del Paraná a la altura de Rosario en los meses venideros. Ni en los pronósticos más alentadores se llegaría a superar el metro de nivel de aquí a mediados de noviembre.
Por otro lado, las perspectivas hidrométricas mínimas estiman valores muy cercanos al cero. Como destacaba el INA en uno de sus últimos informes, el aporte de la alta cuenca, proveniente fundamentalmente de Brasil y Paraguay, persistiría con niveles inferior a lo normal.
En este sentido, la cuenca del río Paraguay, afluente de gran aporte al Paraná, transita un escenario crítico sin perspectivas de una mejora significativa.
Sólo considerando trigo, harina de soja y maíz, se espera un volumen logístico cercano a los 13,8 millones de toneladas desde el Up River de septiembre a diciembre de este año.
Si este volumen tuviera que despacharse al promedio de agosto, se necesitarían 406 buques para lo que resta del año, 23 buques graneleros adicionales respecto al promedio del año pasado.
La bajante en los caudales de agua del Paraná es un fenómeno que se inició hace relativamente poco. Sí se considera el parámetro de aguas bajas del INA a la altura de Rosario, el Paraná muestra bajas en los niveles de agua desde mediados de junio.
En ese sentido los pronósticos para los próximos meses traen preocupación, mientras se acerca el pico logístico del trigo.
La persistencia de estos niveles de agua podría comenzar a generar notables pérdidas para la agroindustria(Noticias AgroPecuarias).