Déficit de nutrientes en el agro argentino: una amenaza silenciosa para la sostenibilidad productiva

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El balance 2023/24 de la BCBA reveló que la reposición de  nitrógeno, fósforo y azufre está muy por debajo de lo extraído del suelo.

(NAP) El reciente informe de Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires sobre el balance de nutrientes 2023/24 resaltó un déficit en la reposición de nutrientes fundamentales como nitrógeno, fósforo y azufre.

Durante esta campaña, Argentina produjo 132 millones de toneladas de granos, pero el aporte de fertilizantes alcanzó apenas un 63% de lo necesario para reponer los elementos extraídos por las cosechas.

El informe detalló que se incorporaron al sistema productivo 1,7 millones de toneladas del complejo NPS (nitrógeno, fósforo y azufre), mientras que la extracción total ascendió a 2,3 millones de toneladas.

Esto dejó un déficit significativo en los balances individuales de cada nutriente: nitrógeno (66%), fósforo (73%) y azufre (25%).

Si bien este porcentaje general de reposición es levemente superior al promedio de los últimos cinco años (59%), todavía se encuentra lejos de cerrar las brechas de rendimiento que limitan el potencial de los cultivos más importantes del país.

Una sostenibilidad comprometida

El suelo, recurso fundamental para la producción de alimentos, enfrenta un desgaste progresivo. “Un balance de nutrientes deficitario como el registrado no solo afecta la productividad a corto plazo, sino que compromete la sostenibilidad ambiental y económica de la agricultura”, advirtió el informe Retaa.

Las regiones más afectadas incluyen el NOA, el sur de Córdoba y el centro de Santa Fe, donde la fertilización aplicada está lejos de cubrir la extracción. Por el contrario, áreas como el sudeste bonaerense muestran un balance más equilibrado gracias a un manejo más eficiente de los recursos.

Factores detrás del déficit

La caída en la aplicación de fertilizantes se debe a múltiples factores, incluyendo limitaciones económicas, condiciones climáticas adversas y estrategias de manejo técnico. En la última campaña, el consumo total de fertilizantes disminuyó un 5% respecto del ciclo anterior, mientras la extracción de nutrientes aumentó un 62% por el repunte de la producción tras la sequía de 2022/23.

Para revertir esta situación, el informe destaca la necesidad de políticas que incentiven el uso adecuado de fertilizantes y promuevan prácticas de manejo sostenible.

Además, subraya la importancia de cerrar estas brechas para garantizar la seguridad alimentaria mundial y preservar los recursos naturales. (Noticias AgroPecuarias)

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