El agro aportará más de 1.500 mill/dol adicionales tras la baja de retenciones
Según la BCBA, la medida suma esa cifra entre ventas proyectadas y liberación de stocks. Y alivia la carga fiscal sobre los productores y fomenta la inversión en tecnología.
(NAP) El reciente anuncio del gobierno sobre la reducción de las alícuotas de derechos de exportación para soja, trigo, maíz, cebada, sorgo, girasol y derivados, junto con la eliminación permanente de retenciones para las economías regionales, tendrá un impacto positivo directo en el sector agropecuario y en la economía nacional, según un análisis que realizó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Para la BCBA, estas medidas podrían generar un aporte adicional de divisas superior a los 1.500 millones de dólares, distribuidos entre ventas proyectadas y la liberación de stocks acumulados.
En un contexto adverso marcado por los efectos de la sequía y precios internacionales bajos, esta medida ofrece un respiro a los productores al reducir la carga fiscal y mejorar los márgenes de rentabilidad.
La posibilidad de comercializar parte de los stocks acumulados de soja, estimados en 10 millones de toneladas, sumada al ritmo de ventas esperado hasta junio, proyecta un ingreso de 1.000 millones de dólares adicionales. Si se libera la mitad de los stocks, la cifra podría incrementarse en otros 500 millones de dólares.
La eliminación de retenciones para las economías regionales, por su parte, tiene un impacto estructural en actividades como la vitivinicultura, la fruticultura y la horticultura, entre otras.
Este alivio fiscal permitirá a pequeños y medianos productores reinvertir en tecnología y mejorar su competitividad, impulsando el desarrollo local en diversas provincias.
Impacto económico nacional
La BCBA apuntó que, además de beneficiar al sector agropecuario, la medida refuerza la generación de divisas y la recaudación fiscal en un momento crítico para la economía argentina. La inyección de recursos al sistema productivo no solo mejora la estabilidad macroeconómica, sino que también potencia el empleo y el desarrollo territorial.
La entidad destacó que, si bien estas medidas son transitorias, su continuidad más allá de junio enviaría una señal clara de estabilidad, incentivando la planificación de inversiones a largo plazo. Esto podría traducirse en un aumento del área sembrada, un mayor uso de tecnología de alto impacto y una mejora general en la competitividad del agro argentino. (Noticias AgroPecuarias)