Madereros denuncian el avance de casas prefabricadas importadas
Empresas locales advierten por la pérdida de licitaciones frente a construcciones chinas y estadounidenses. También sobre un boom de importaciones.

Una prefabricada publicada en Amazon.
(NAP) La creciente llegada de casas prefabricadas desde China y Estados Unidos está poniendo en jaque a diversos sectores de la construcción argentina. Estas viviendas, de rápida instalación y bajo costo, están captando la atención de grandes empresas, mientras que su venta directa a través de plataformas como Amazon despierta preocupación entre los fabricantes nacionales.
La competencia internacional golpea especialmente a los productores de casas de madera, quienes denuncian que las importaciones, facilitadas por menores impuestos, están desplazando al trabajo local.
El presidente de la Asociación de Productores Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones, Guillermo Fachinello, advirtió sobre la gravedad de la situación: “Hace diez días perdimos una licitación en Vaca Muerta para construir 40 viviendas. El contrato quedó en manos de un importador de casas chinas”, relató el empresario.
Fachinello también alertó sobre la llegada masiva de productos extranjeros en otros rubros: “Se están importando desde grúas brasileñas hasta artículos de ferretería y vidrio, desplazando a la producción nacional”, afirmó.
Casas prefabricadas: baratas, pero con costos ocultos
En un informe publicado por El Territorio se destacó que el auge de las Tiny Houses, pequeñas viviendas ensamblables que pueden adquirirse incluso por Amazon, ilustra este fenómeno. Con precios desde 15.000 dólares, estas casas incluyen cocina equipada, baño completo y hasta tres habitaciones.
Sin embargo, Diego Eskiviski, ingeniero forestal y experto en exportación maderera, relativizó su impacto a largo plazo:
“Son como casas de juguete, de baja calidad y sin los estándares de una construcción tradicional de madera”, opinó.
Eskiviski subrayó que, más allá del atractivo precio, los compradores deben considerar gastos adicionales como el transporte, la instalación de servicios y las adecuaciones para cumplir con normativas locales.
Una competencia desigual
Desde el sector advierten que la ventaja de las viviendas importadas se debe, en gran parte, a un régimen impositivo más favorable:
“Las casas chinas cuestan un 30% menos, pero no es por eficiencia, sino por la carga fiscal. Nosotros tenemos un precio competitivo al salir de fábrica, pero pagamos un 54% más en impuestos”, explicó Fachinello.
Vicente Mazzittelli, director del Departamento de Construcción con Madera de Faima, reclamó mayores regulaciones sobre las viviendas importadas:
“Es fundamental exigir certificaciones de calidad y seguridad antes de su comercialización, para evitar una competencia desleal con la producción nacional”, sostuvo.
Mazzittelli advirtió que muchas de estas casas no cumplen con los estándares establecidos por el Instituto de Normalización y Certificación (Iram) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti), lo que podría generar problemas de seguridad y durabilidad a futuro.