Los productores siguen sentados sobre los silos de soja
Pablo Adreani explica por qué no se vende a pesar de la baja de las retenciones. El impacto sobre el ingreso de divisas en febrero. Qué pasa con el maíz.
(NAP) A pesar de la reducción temporal en las retenciones a la soja, el maíz y el trigo, los productores han mantenido cautela en la comercialización de sus granos. La baja no se reflejó en una mejora significativa de los precios, ya que los valores previos al anuncio superaban la paridad de exportación.
Esto, sumado a la incertidumbre climática y la falta de urgencia de venta, explica la retención de la cosecha en los campos.
En este contexto, el ingreso de divisas estimado para febrero ronda los 1.500 millones de dólares.
Antes del anuncio de la baja de retenciones el 22 de enero (del 33 al 26%), el mercado ya operaba con precios por encima de la paridad teórica de exportación y de la industria aceitera. “Los exportadores, molinos y aceiteras habían mejorado sus precios de compra para tentar a los productores a vender sus granos. Sin embargo, la reducción de las retenciones no se trasladó a los valores de mercado como se esperaba, limitando su impacto en las decisiones de venta”, explicó Adreani.
La incertidumbre manda
Según los datos de la Secretaría de Agricultura, entre el 22 de enero y el 12 de febrero, los productores vendieron apenas 11.000 toneladas de soja disponible a la exportación y 943.000 toneladas a la industria aceitera. “Estas operaciones no responden a la baja de retenciones, sino a compromisos financieros previos”, detalló el analista. Actualmente, se estima que los productores tienen en su poder 12 millones de toneladas de soja física, que serán vendidas gradualmente de aquí hasta la llegada de la nueva cosecha.
Para la soja nueva 2024/25, las ventas alcanzaron 140.000 toneladas para exportación y 587.000 toneladas para la industria aceitera, sumando un total de 4,68 millones de toneladas, apenas el 10% de una cosecha proyectada en 46 millones de toneladas. “La sequía de diciembre y enero generó incertidumbre sobre los rindes y volúmenes de producción, lo que limita la toma de decisiones comerciales”, explicó Adreani en elfarotrading.
El maíz muestra un comportamiento diferente
A diferencia de la soja, el maíz ha registrado un mayor volumen de ventas. Entre el 22 de enero y el 12 de febrero, los productores comercializaron 737.000 toneladas de maíz disponible (cosecha 2023/24) y 1,3 millones de toneladas de la nueva campaña 2024/25. En el caso del cereal la alícuota bajó de 12 al 9,5%.
“El maíz tiene un horizonte más claro, con embarques programados y exportadores que ya declararon ventas por 1.518.000 toneladas”, afirmó Adreani. Con la cercanía de la cosecha de maíz temprano, los productores han optado por vender en mayor medida.
Ingreso de divisas en febrero
Con un bajo nivel de ventas de soja y un mayor dinamismo en el maíz, se estima que el ingreso de divisas en febrero alcanzará los 1.500 mill/dol. “La reglamentación que obliga a ingresar divisas dentro de los 15 días hábiles de efectuada la venta o el registro de exportación también limita el ritmo de comercialización, ya que exportadores y aceiteras prefieren esperar una mayor certeza en la oferta”, concluyó Adreani. (Noticias AgroPecuarias)