Productores de té abandonan la recolección por la baja rentabilidad
Sin precio de parte de las industrias, no pueden afrontar el costo de la poda. La industria está stockeda porque dejó de exportar por la inflación.
POSADAS (NAP). La época de poda en las plantaciones de té de la provincia argentina de Misiones (donde se concentra esta producción) se inicia en agosto y consiste en limpiar el terreno y sacar las malezas, lo que demanda un alto costo para el productor debido a que se debe realizar con peones. A pocos días de iniciar esta etapa productiva, los productores tealeros no saben cuánto les va a pagar la industria.
Por esta situación están evaluando no realizar la recolección de la hoja verde, ya que no saben si el precio que van a cobrar les alcanzará para cubrir el pago a los trabajadores, por lo cual prefieren dejar la hoja en la planta. Además, necesitan cubrir el costo de la fertilización, uno de los principales del cultivo, que esta campaña fue de alrededor de $300 (el valor de la bolsa de urea) y una hectárea necesita de seis bolsas.
El diario El Territorio recogió el testimonio de Carlos Staciuk, veterano productor con 10 hectáreas en Colonia Las Yerbas (a 20 kilómetros de Aristóbulo del Valle), quien afirmó que “el té fue una inversión mala porque antes te compraban la hoja, este año no se consigue vender en ningún lado. El productor hace la inversión sin saber cuánto le van a pagar, hay firmas que -si te aceptan- ni los costos llegás a cubrir, te pagan cuando quieren y cómo quieren”.
“Un changarín cobra entre 200 y 300 pesos por día, pero si esto no deja nada no conviene pagarle. Si se poda ya te sale más económico pero si dejás estar de un año a otro no tenés seguridad porque no sabés cuánto te van a pagar el año que viene y encima los costos de la limpieza son muy elevados, no funcionan las ventas y no hay forma de recuperar la tierra. Cuando llega la época de la cosecha, cosechás y qué haces si nadie te recibe tu plantación”, lamentó.
De igual manera, Egan Kleinent, propietario de una chacra ubicada en el límite de Aristóbulo del Valle con 25 de Mayo, contó que arrendó cuatro hectáreas a un vecino para el cultivo de té pero que éste decidió abandonar la cosecha y por tal motivo ahora no puede hacerse cargo del mantenimiento de la plantación.
“Tengo 4 hectáreas de té que nadie quiere y ahora tengo que podar porque si se abandona todo, un día puede valer otra vez; pero si tenés todo abandonado no podés hacer nada. Pasa que sale muy caro podar si no tenés la seguridad después, de que vas a recuperar lo que invertiste, antes pasaba lo mismo con la yerba”, dijo a El Territorio.
Por qué
Con respecto a los motivos por los cuales las compañías no compran la hoja de té verde, Staciuk señaló que le dieron varios motivos entre ellos, la inflación. “Nos dicen que no están recibiendo porque están llenos los secaderos debido a que no hay exportación, por el precio del dólar al industrial no le convenía la inversión. Además, la mayoría de las tealeras tienen producción propia, las compañías compran terrenos y los llenan de té, lo que no era té reforestaron todo. Antes venían a arrendar tu teal pero te daban una miseria que no valía la pena”. (Noticias AgroPecuarias)