Descripciones catastróficas: la leche se tira, la fruta se pudre
En el plenario de la Came, dirigentes de toda la Argentina reflejaron la gravedad de la crisis de las economías regionales. Radiografía de las actividades más perjudicadas.
BUENOS AIRES (NAP*). Manzanas, peras y uvas que se pudren en las plantas. Leche que se tira. Legumbres, vinos y limones que no pueden exportarse. Naranjas y mandarinas que no llegan a los mercados. Caña de azúcar que no se cosecha y tabaco sin vender. Esa descripción catastrófica de las economías regionales hicieron los productores de la Patagonia en el plenario de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came), el jueves en Buenos Aires.
Más de 300 empresarios de 20 provincias hicieron notar la ruina que padecen, sobre todo los pequeños y medianos productores agrícolas. En ese encuentro, los salteños describieron el ahogo de los ruralistas por las deudas bancarias y la presión fiscal.
Los arroceros del Litoral y la región chaqueña; los viñateros de Mendoza, San Juan y Salta; los cañeros tucumanos; los productores de frutas del sur; los pequeños tambos de Córdoba y Santa Fe y otros referentes de distintas actividades brindaron el mismo panorama.
El costo para producir se eleva como un tiro sin ninguna contención en Argentina, los fletes se tornan impagables y la presión tributaria erosiona la rentabilidad.
Desde que salen de los campos hasta que llegan a las góndolas, los precios de los alimentos trepan a hasta 4.800%. El presidente de la Came, Osvaldo Cornide, tildó a esos precios como “leoninos”. Mientras los consumidores pagan cada vez más caro al adquirir los productos de origen agropecuario, los productores no tienen margen para cobrar más al entregar la mercadería porque dejan de ser “competitivos”.
En distintos puntos del país se multiplicaron las protestas contra el Gobierno nacional. Sin embargo, la Casa Rosada sigue haciendo oídos sordos. ¿Hasta cuándo las autoridades mirarán para otro lado? Las papas queman y hay miles de puestos de trabajo en juego en toda la Argentina.
Cosecha de caña
Desde el Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán dieron cifras alarmantes sobre esa actividad neurálgica. Por la menor cosecha, este año habrá 400.000 toneladas menos de azúcar.
El presidente de esa entidad, Otto Gramajo, dijo que en la vecina provincia son 4.100 los productores de menos de diez hectáreas y 1.100 ruralistas de menos de 50 hectáreas. “Esa gente va a desaparecer si esto sigue así. Tucumán es azúcar”, remarcó Gramajo.
En esa provincia se vienen realizando distintas protestas, incluso frente a la Casa de Gobierno. Los ruralistas consideran que esperar al 10 de diciembre para tener soluciones, cuando haya cambio en la Presidencia, es dejar pasar mucho tiempo. “Nosotros ya no aceptamos promesas. No nos alcanza para pagar la cosecha y el flete”, expresó Gramajo.
Arroceros
Al hablar ante el plenario de la CAME, referentes del arroz dijeron que la competitividad de esa agroindustria se hunde ante el desinterés de las autoridades.
El arroz mueve buena parte de la economía en Corrientes, Entre Ríos, Santa Fe, Chaco y Formosa. Los ruralistas instaron a trabajar unidos. “El costo de logística termina dinamitando el negocio. Se nota la falta de competitividad”, acentuó uno de los referentes de Entre Ríos. Allí tampoco logran ser escuchados por el ministro Kicillof.
El Sur
Los costos para producir peras y manzanas en el sur argentino subieron un 40 por ciento, según datos de abril de 2015. El jueves, el presidente de la Federación de Productores de Frutas de Río Negro y Neuquén, dijo que los productores no acceden a líneas crediticias de capital de trabajo y cuestionó la falta de previsibilidad.
En el sur están alarmados porque el país tuvo que importar frutas. La región dejó de ser competitiva. A eso se suma que hay una fuerte brecha entre lo que reciben los ruralistas y lo que se cobra en los supermercados.
“El ahogo y extorsión a los productores por parte de supermercados y las grandes cadenas de comercialización nos están llevando a la quiebra”, agregó Figueroa.
Lecheros
El miércoles, el ministro de Economía de la Nación, Axel Kicillof, anunció la extensión de subvenciones para el sector lechero. Productores de Córdoba indicaron que ese anunció beneficia en verdad a la industria láctea. Meses atrás desde ese sector realizaron manifestaciones en reclamo por los precios. En las cuencas de Córdoba, Santa Fe, La Pampa y Buenos Aires hace mella le presión impositiva.
Vinos y uva
Productores de San Juan expusieron con números la distribución de la facturación que genera la vitivinicultura. A nivel nacional son 50.000 millones de pesos. De esos, el Estado nacional se queda con unos 20.000 millones de pesos. La cadena de comercialización absorbe unos 25 mil millones de pesos. Y solo el resto, menos del 10%, le queda a los productores.
En los campos se paga por cada kilo de uva de mesa $0,80, una diferencia de 4.700% con respecto a lo que pagan los consumidores en las góndolas.
“Nunca se puso en práctica la ley de abastecimiento que tanta publicidad se hizo. Se decía que iba a beneficiar a los pequeños y los medianos. Pero no pasó nada”, reclamó Miguel Ángel Lovaglio, referente de la Asociación de Productores Vitivinícolas de los Valles Calchaquíes.
Desde Mendoza, Gabriela Lizana se sumó al reclamo por los bajos precios que reciben los productores. Durante el plenario de la Came, advirtió que las economías regionales no van a desaparecer, sí, en cambio, los pequeños productores.
La productora sostuvo que el año pasado en Mendoza se realizaron siete movilizaciones. “Hay socios de grupo de poder que no están permitiendo el desarrollo de pequeños productores”.
Retenciones
El vicepresidente de la Unión Agrícola de Avellaneda, en el noreste de Santa Fe, dijo que lo que se lleva la Nación en conceptos de retenciones es lo mismo que necesitan en créditos los productores para poder afrontar la campaña. Los aranceles por exportación superan allí los $80 millones. “Hoy tenemos una situación desesperante”, afirmó Paduan Aldino. (Noticias AgroPecuarias)
*Nota publicada en el diario El Tribuno que se edita en Salta y en Jujuy.