Buen nivel de nutrición en el trigo; flojo en la soja
El cereal lideró el ranking de reposición de nutrientes. La soja fue la que más extrajo y menos repuso. Argentina mejoró en general en 13% respecto de la campaña anterior (aunque favorecido por la sequía).
BUENOS AIRES (NAP). El trigo fue el cultivo que mejor nivel de reposición de nutrientes registró en el ciclo agrícola argentino 2017/18: por cada 100 kilos de fósforo extraído por hectárea cosechada se incorporaron 102, mientras que en el caso del nitrógeno se adicionaron 92. El azufre es el único elemento más retrasado con una reposición del 33%.
Así lo indica el último informe de tecnología de semillas realizado por el departamento de Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
La soja fue el cultivo que más nutrientes extrajo y el que menos porcentaje de reposición presentó en la campaña pasada: en fósforo y azufre fue del 56% y 45% respectivamente. La reposición de nitrógeno en la oleaginosa vía fertilizantes inorgánicos fue prácticamente nula porque los requerimientos del cultivo se suplen fundamentalmente vía fijación biológica.
El segundo lugar en el ranking lo ocupa el maíz con una reposición estimada de 67% y 68% de fósforo y nitrógeno respectivamente, pero el azufre en este caso también es el más relegado con una proporción de apenas 11%.
General
A nivel global en la última campaña la reposición de nutrientes en la Argentina fue del 54%, es decir, por cada 100 kilogramos de nutriente extraído se repusieron 54 kilos, lo cual implica una mejora de 13% en relación a los valores alcanzados en la campaña 2016/17.
Pero ese salto en la reposición de nutrientes se debió fundamentalmente a la merma que impuso la sequía a la producción y extracción de nutrientes. Si se excluyera el efecto de la sequía, el porcentaje de reposición sería de 42%, una mejora de sólo un punto porcentual con relación al valor registrado en el ciclo previo.
El volumen total estimado extraído de nitrógeno, fósforo y azufre asciende a 1,79 millones de toneladas en 2017/18. La producción de soja, maíz y trigo en la campaña pasada se redujo un 24%, mientras que el consumo de fertilizantes se incrementó en sólo un 4% en relación al ciclo previo. Como resultado, el balance de nutrientes expresado como porcentaje de reposición aumentó un 32%.
El balance de nutrientes resulta de la diferencia entre la cantidad de nutrientes que se aportaron al sistema vía fertilizantes inorgánicos y la cantidad que se extrajo vía cosecha de grano durante una campaña agrícola a escala nacional o regional. (Noticias AgroPecuarias)