Una raza ovina llamada Xisqueta
Es española y estuvo casi en extinción. De características carniceras y buena producción lechera. Productores organizan el primer concurso nacional.
BUENOS AIRES (NAP). En el pueblo de Sariñena, en la provincia andaluza de Huelva, en el suroeste de España, se organizará este fin de semana el Primer Concurso Nacional de Xisqueta, una raza ovina autóctona de gran potencial productivo debido a su buena conformación cárnica y a su rusticidad y capacidad de pastoreo.
El encuentro es organizado por la Asociación Aragonesa de Criadores de Ganado Ovino Xisquera (Aracoxi) creado en 2006 para rescatar a esta raza y trabajar en su conservación, selección y mejora. El concurso se realizará en el marco de la feria Femoga, en Sariñena y contará con una participación 140 animales y 21 cabañas dedicadas a los xisquetas pertenecientes a las comarcas aragonesas Ribagorza, Sobrarbe, Hoya de la Huesca y Monegros.
La raza
En la actualidad la Xisqueta -también conocida como Palleresca, como recuerdo de la región Pirenaica de Pallares, en la provincia de Lérida, donde se encuentra el núcleo principal de la raza– se distribuye por Aragón y Cataluña, con unas 20 mil cabezas controladas y reconocidas por el Ministerio de Agricultura de España.
La raza es de elevada rusticidad, perfil subconvexo, proporciones medias y tamaño pequeño. Está catalogada como acorne; sin embargo, los machos a veces presentan cuernos bien desarrollados. De color blanco, presentan la pigmentación centrífuga del tronco Ibérico: color negro alrededor de los ojos, punta de las orejas, morro y parte distal de las extremidades.
El vellón es semicerrado, de color blanco, formado por mechas trapezoidales y lana de tipo entrefino. Se puede estimar el peso medio de los animales adultos entre 55 y 65 kg en los carneros y entre 35 y 45 kg en las ovejas.
En el catálogo español se describe que el objetivo principal de la explotación de esta oveja es la producción de carne. En este sentido, se orienta a la producción de un cordero de 22-25 kilos de peso vivo a los 80-90 días de edad, criado en estabulación, sin salir al pasto, y alimentado de forma intensiva con piensos concentrados, que cuenta con una gran aceptación por parte de los consumidores de la región, debido principalmente a sus características organolépticas.
Se trata de una oveja que también tiene alta capacidad lechera, aptitud puesta de manifiesto en el importante ritmo de crecimiento de los corderos.
La raza se explota en pastoreo, en rebaños de un tamaño entre 400 y 600 reproductoras. Tradicionalmente la trashumancia ha sido el eje principal de la explotación de los animales de esta raza. En este sentido, la trashumancia de verano es la más seguida, por medio de la cual los animales que residen en el valle o zonas bajas suben a la montaña para aprovechar los pastos. (Noticias AgroPecuarias)