El productor deber fertililzar con eficiencia para no gastar mal
El recorte indiscriminado en el uso de nutrientes tiene que ver con un ajuste del paquete tecnológico
BUENOS AIRES (NAP) ¨Pese a las dificultades que la actividad agrícola enfrenta por estos días en la campaña actual, producto de la incertidumbre que azora a los productores, los especialistas en nutrición del suelo recomiendan hacer un uso racional de estos insumos para lograr un uso eficiente de los fertilizantes.
Este es el mensaje que Jorge Bassi, presidente de Fertilizar, dejó a los productores en una reciente reunión de prensa, en la que se exhibieron los números reales que hoy se manejan en materia de nutrientes.
“Ante la incertidumbre, el productor recorta gastos. Nosotros recomendamos que si se gasta menos que se gaste mejor. La salida no es recortar el uso de fertilizantes sino buscar la máxima eficiencia aplicando las dosis correctas y lograr un mejor uso del fertilizante. Por eso destacamos que el diagnóstico a través del análisis del suelo es clave en esta coyuntura ya que permite alcanzar una mayor eficiencia”, comentó Bassi.
Del encuentro, participó también el director del IPNI (International, Plant Nutrition Institute (por su nombre en inglés), Fernando García y se realizó en la sede capitalina de Fertilizar bajo la consigna “Gastar menos, gastar mejor” .
Bajo la consigna “gastar menos, gastar mejor”, los directivos de Fertilizar dieron a conocer algunas pautas para tomar decisiones productivas que permitan lograr la mayor eficiencia en el uso de insumos y optimizar los resultados en una campaña con precios adversos.
En este sentido, Bassi dio un ejemplo de prácticas que atentan contra la productividad. El primero referido a cebada, donde los contratos tienen como base el contenido de proteína en 9-10% y para lograrlo hay que llevar el nitrógeno del suelo a 160 kg/ha. “Ahorrar en nitrógeno en cebada, como se ha hecho, puede dejarnos fuera del contrato, por lo que implica un recorte no racional”, aseguró.
Otro ejemplo fue referido al azufre, donde se presentaron las conclusiones de redes de INTA, Fertilizar y FAUBA,que reflejan que la fertilización como práctica de manejo resultó rentable especialmente cuando se incluyó azufre, debido al bajo costo relativo de la fertilización azufrada y a la respuesta al nutriente. Sin embargo, desde el 2011 hasta este año, el uso de azufre se contrajo 45%.
“Tomando el promedio de ensayos, la fertilización con azufre en soja tiene un repago de casi 4 veces por unidad de dinero invertido”, añadió el directivo.
Los micronutrientes como el zinc y boro siguen una lógica similar, añadió el profesional y explicó que “El recorte indiscriminado tiene que ver con un ajuste del paquete tecnológico sin fundamento agronómico. La fertilización tiene que ser ajustada a la realidad económica, pero afilando el lápiz, con los datos y calculadora en la mano”.
“La respuesta al dilema es que hay que aplicar más tecnología, pero no como la suma de insumos, sino en la toma de decisión. Gastar mejor cada peso para asegurar el retorno, y en eso el fertilizante puede ser clave”.
Por su parte, Fernando García, Director IPNI Cono Sur, presentó pautas y números para la toma de decisiones en la nutrición de cultivos estivales. Para el especialista, la situación del negocio agrícola respecto de la fertilización, en esta campaña 2015/2016 para la siembra de granos gruesos, es muy similar a la precedente y la rentabilidad la fertilización es ajustada por lo que deben tomarse decisiones con todas las herramientas tecnológicas y agronómicas disponibles.
Respecto a los aspectos económicos de la fertilización, García comentó que “recortar la dosis de fertilizantes sin criterio de diagnóstico claramenteincrementa el riesgo de que los nutrientes sean limitantes para la producción, disminuyendo el resultado de la actividad. Esta situación se hace más grave en la medida que los suelos tienen cada vez menos disponibilidad de nutrientes”.
En cuanto a la relación del costo en kg de granos por kg de fertilizante, García precisó que el promedio de la serie 2000-2014 da un costo de 5,3 kg de maíz por kg de urea, 6,6 kg de maíz por kg de fosfato monoamónico y 2,7 kg de maíz por kg de sulfato de calcio. En este sentido, García indicóque la campaña actual está muy cercana a estos valores.
El Director del IPNI también se refirió a cómo decidir la fertilización y sostuvo que “siempre hay que evaluar la oferta y demanda de nutrientes del sistema. No hacerlo no es una opción válida”. Para fertilizar con las dosis correctas hay que considerarlas demandas de los cultivos, el abastecimiento de nutrientes de cada lote, la eficiencia de aplicación, los aspectos económicos y el criteriode cada productor propietario o arrendatario.
En cuanto al manejo de los diagnósticos, García volvió a enfatizar la necesidad del muestreo y análisis de suelo. “Este es el tema central que no estamos abordando”. Y recordó que en la Argentina se toma tan solo 1 muestra de suelo por cada 250 ha, mientras que en Brasil se recoge 1 muestra cada 30 ha.
“Considero paradójico que los laboratorios de suelo tengan más trabajo cuando hay buenos precios que en años difíciles como el actual, porque cuanto más están ajustados los números es cuando menos debemos fallar”, puntualizó
Recordó también que los cuatro requisitos que necssita toda fertilización eficiente son: fuente, dosis, momento y localización de aplicación correctas.
Además, la actual situación se da luego de muchos años -entre 1994 y 2014- de balance de nutrientes negativo, ya que sólo se repone un 40% de nitrógeno, hasta 60% de fósforo y 40% del azufre. “Llegamos a una coyuntura económica con suelos agotados”.
También destacó que la respuesta a soja en lotes con bajos niveles de nutrientes, alcanzaron hasta el 36%, por lo que ya no se puede discutir la importancia de la fertilización en este cultivo.
García concluyó en que “la tendencia es ir corrigiendo aspectos económicos y ambientales, ser eficientes y efectivos en el uso y aplicación de cada kilo de nutriente y sembrar ajustando cada detalle de manejo del cultivo”(Noticias AgrtoPecaurias).
EB