El Central quiere evitar un aumento de la inflación

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El efecto más tangible de las nuevas medias a corto plazo será el aumento de las cotizaciones paralelas del dólar que, incluso, ya se está produciendo.

Desde este lunes el BCRA autoriza las operaciones de monedas al exterior

BUENOS AIRES (NAP) Pese a los anuncios efectuados días atrás por el equipo económico del gobierno de Alberto Fernandez, el BCRA intervino y  actuó con un esquema de intervención. Sin embargo continúa vendiendo divisas en el mercado cambiario, situación que no es sostenible y “algo” deberá cambiar.

A su vez, la presión sobre el mercado de cambios se origina, en última instancia, en las políticas monetarias y fiscales sumamente  expansivas que el Gobierno lleva adelante en el marco de pandemia. El momento del cambio es complicado de anticipar, pero que deberá producirse resulta evidente porque las reservas de las que dispone la autoridad monetaria son limitadas y, de continuar en baja, se agotarán tarde o temprano.

Entre las diferentes opciones, el Gobierno optó por profundizar los controles cambiarios, sin acelerar el ritmo de devaluación del peso ni elevar la tasa de interés. En la autoridad monetaria buscan preservar las reservas del BCRA pero sin pagar costos en términos de devaluación, que se reflejaría en la aceleración de la inflación, o el encarecimiento del financiamiento.

Con las medidas implementadas, el BCRA busca cerrar las “goteras” por las cuales se filtraron las reservas durante los últimos meses. La más importante en ese sentido es la compra de dólar   horro, que alcanzó USD716 millones en julio y casi con seguridad siguió creciendo en agosto y septiembre, de acuerdo al informe  macroeconómico CREA, Nº 272

En ese sentido, si bien el monto adquirible permaneció fijo en 200 USD durante todo el periodo, la cantidad de gente que accede al sistema aumentó exponencialmente: en julio casi 4 millones de personas compraron dólar ahorro, mientras que en enero el numero era de alrededor de 500 mil. De manera similar, ante la incertidumbre, las empresas venían cancelando sus pasivos en moneda dura durante los últimos meses.

Para evaluar la sostenibilidad de este nuevo esquema de mayores restricciones, nuevamente se vuelve al punto de partida y se deberá monitorear la posición del BCRA en el mercado de cambios.

AL respecto, los primeros días tras las nuevas rondas de restricciones no fueron promisorios y entre el 16 y el 21 de septiembre el BCRA debió vender USD134 millones a pesar de un virtual feriado cambiario mientras que los sistemas de los bancos se adecuan a la nueva normativa.

Más allá de la intencionalidad del Gobierno de preservar las reservas del BCRA sin recurrir a una devaluación, que aceleraría la dinámica inflacionaria, o a una suba de las tasas de interés, que encarecería el financiamiento de las empresas en un contexto adverso, lo cierto es que las   mayores restricciones también tienen costos asociados.

El dólar blue, que mucha gente compraba con el cupo de 200 USD mensuales para luego revender en el mercado blue obteniendo una ganancia en la operatoria.

En efecto, incluso si el esquema resultara efectivo a corto plazo para contener al tipo de cambio dentro de la “flotación sucia” actual, lo cierto es que las trabas al normal funcionamiento de la economía lo hacen difícilmente sostenible a mediano / largo plazo.

El efecto más tangible de las nuevas medias a corto plazo será el aumento de las cotizaciones paralelas del dólar que, incluso, ya se está produciendo.

Más en detalle, el nuevo recargo de 35% sobre el dólar solidario, en concepto de anticipo de bienes personales y ganancias, lleva al dólar solidario a un valor de alrededor de 131 $ x USD, lo cual representa una brecha de 65% respecto a la cotización oficial.

De esta manera, las cotizaciones paralelas, como mínimo, deberán cotizar a este valor de 131. En caso que estuviera por debajo, la demanda saldría del dólar oficial y se iría a los mercados paralelos hasta que los precios se igualen.

A este factor se añade, además, en el caso del dólar blue, que mucha gente compraba con el cupo de 200 USD mensuales para luego revender en el mercado blue obteniendo una ganancia en la operatoria que popularmente se conoce como “puré”. Así, las nuevas restricciones para acceder al cupo de los 200 USD mensuales también implican menos personas comprando y menor oferta en el mercado blue (Noticias AgroPecuarias).

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