El Central habilita líneas de crédito para producción porcina y avícola
Las líneas de crédito anunciadas por el Central serán destinadas a todo tipo de establecimiento productor de aves y porcinos.
BUENOS AIRES (NAP) El Banco Central autorizó a las entidades bancarias públicas y privadas a afectar el 7,5% de los depósitos el sector privado a no financiero a otorgar líneas crediticias con tasas bonificadas de 30%.
Estas líneas crediticias se destinaran a inversiones productivas de las MiPyME para aumentar su capacidad productiva de carnes de pollo y cerdo.
La decisión del Directorio de la casa matriz, si bien se dispuso el jueves último, los organismos públicos la dieron a conocer este sábado.
Las entidades financieras deben destinar a la “Línea de financiamiento para la inversión productiva de MiPyME” un saldo de financiaciones comprendidas que sea, como mínimo, equivalente a 7,5% de los depósitos del sector privado no financiero en pesos y al menos 30% de esos fondos a financiar proyectos de inversión.
La línea puede ser destinada ahora, sin importar el tamaño de la empresa, a aumentar la oferta de carnes aviar y porcina, consideradas sustitutivas de la carne vacuna.
Estos sectores tienen un margen potencial para incrementar su producción y contribuir tanto a la diversificación de la canasta de consumo cárnica como al incremento de las exportaciones netas.
Desde el ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación y, en articulación con otras áreas del Gobierno nacional y las Provincias, se viene trabajando para impulsar el desarrollo de ambos sectores en todo el territorio.
En esta dirección, se inscribe la decisión de ampliar la línea de financiamiento para incrementar la producción de carne de cerdo y pollo, dada a conocer esta semana por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
“Es estratégico para el país que podamos poner las herramientas financieras al servicio de la producción y de nuestras economías regionales. De manera que nos permitan continuar aumentando nuestra producción agroindustrial, asegurando el abastecimiento interno y el crecimiento de nuestras exportaciones”, expresó el Ministro Luis Basterra.
Por su parte, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce destacó: “la administración de la política monetaria, cambiaria y financiera está destinada a generar las condiciones para que el sector privado pueda concretar inversiones en los sectores productivos”.
“Ampliar la producción de carnes tiene el doble efecto de mejorar la oferta interna y generar divisas, ya sea por la sustitución de importaciones como por la liberación de mayores excedentes cárnicos para la exportación”, puntualizó el jefe del BCRA
La línea puede ser destinada ahora, sin importar el tamaño de la empresa, a aumentar la oferta de carnes aviar y porcina, consideradas sustitutivas de la carne vacuna.
Estos sectores tienen un margen potencial para incrementar su producción y contribuir tanto a la diversificación de la canasta de consumo cárnica como al incremento de las exportaciones netas”, se informó desde el banco.
El superávit comercial en 2020 fue levemente superior a los 4 Ms de dólares.
“El desarrollo de ambas cadenas, tiene un impacto dinamizador de nuestras economías regionales, generan trabajo y arraigo. Con esa premisa trabajamos junto a las provincias, y es por ello, que recibimos con entusiasmo medidas como las anunciadas por el Banco Central”, agregó Basterra.
Cadenas estratégicas con buenas perspectivas.
“La producción de carnes intensivas, como la de cerdo y pollo, resultan estratégicas para el agregado de valor en territorio, transformando nuestros granos en carnes y el desarrollo federal mediante la generación de empleo privado de calidad”, enfatizó el Subsecretario de Ganadería y Producción Animal, José María Romero.
El consumo de pollo se incrementó durante los últimos 20 años, pasando de 26,6 kg/capita/año (2000) a 41.4 kg/capita/año (2010) y 46 kg/capita/año (2020), como consecuencia del consumo sostenido en el mercado local, que aprovecha el acceso a una proteína de alta calidad con un precio muy accesible.
La misma se ha convertido en un componente fundamental en la canasta de carnes de los argentinos, con un consumo muy cercano al de la carne bovina.
Respecto del sector porcino, según datos de la Dirección de Porcinos, Aves y Animales de Granja de la cartera agropecuaria nacional, la balanza comercial volvió a ser positiva en el 2020, tanto en volumen y monetariamente, con un superávit comercial de US$ 4,03 millones, mientras que en el 2019 había dado un déficit comercial de US$ 47,3 millones.
Asimismo, las exportaciones porcinas alcanzaron el año pasado los US$ 62,12 millones, lo que representa un aumento del 74% respecto al 2019. En cambio, las importaciones cayeron un 30% hasta los US$ 58,09 millones.
En volumen, el país exportó 34.704 toneladas peso producto, un aumento del 65% con respecto al 2019, mientras que el volumen de las importaciones fue de 20.142 toneladas (-36%).
“Ambas carnes resultan los ejes centrales para el cambio de nuestra matriz agroproductiva y agroexportadora para un desarrollo federal, inclusivo y con mayores oportunidades”, detalló Romero( (Noticias AgroPecurias)..